Los proletarios han pedido la intervención de la Inspección de Trabajo y han protestado frente a la sede de la Xunta de Galicia en Vigo. Aseguran que ni saben quien es el nuevo propietario pero que han recibido órdenes de no trabajar e irse a casa. Piden la implicación de la Administración para salvar esta industria del sector naval olívico.