El seísmo sucede en un lugar donde los temblores son constantes al localizarse en ese terreno el punto de encuentro entre la placa euroasiática y la placa india, lo que provoca una gran y constante actividad sísmica en el lugar. En esta ocasión, la magnitud del terremoto fue de 6,8 en la escala de Richter, dejando tras de sí numerosos daños.