En la política, “la lluvia” está dejando unos charcos preocupantes que están sirviendo para que algunos dirigentes no paren de meterse en ellos.
Ni uno ni otro han renunciado al objetivo político de una Cataluña independiente. El líder de ERC lo defiende desde dentro justificando un pacto con el PSOE. El líder de Junts sigue fugado y es el referente de los que planean una independencia unilateral, que pueden ser no la mayoría de los soberanistas, pero sí los más ruidosos en las calles.
Estos últimos días, el anuncio de Pedro Sánchez en una entrevista de que al día siguiente se llevaría al Congreso una proposición de ley para reemplazar el delito de sedición, que todos ya conocen, ha levantado más de una ampolla en la oposición y entre algunos barones socialistas. Cruces de acusaciones entre las formaciones que estaban a favor y las que se oponen, además de codazos y cuelgue de medallas de los “padres” de las negociaciones del cambio - ¿de cromos?-. Lo cierto es que la gran polémica está servida. Es humano que diría una amiga mía.
Junqueras, Rovira y otros tomaron una serie de decisiones, perdieron y deben asumirlo, les guste o no
La salida de presión por la concesión del tercer grado, a los políticos catalanes “presos” está siendo para algunos un paseo por los medios de comunicación amigos, donde, en pre campaña electoral, aprovechan para arrimar el hombre a sus respectivos partidos
La sentencia del TJUE permite a Puigdemont y Comín recoger sus actas de europarlamentarios. Lo mismo podrá hacer Junqueras. Eso no implica que se anule el juicio, que el dúo “belga” vuelva a Catalunya y que Junqueras salga a la calle. La sentencia no va de eso.
Sin embargo, esta sentencia no afecta de ninguna forma a la condena por sedición que cumple el político, sino que solo atañe a su condición como eurodiputado.
Los servicios Penitenciarios de la Generalitat no tendrán obstáculo a la hora de decidir en qué régimen penitenciario se cumplen las nueve condenas del procés desde el minuto cero.
Los años de prisión exactos para los principales acusados, los permisos penitenciarios y el papel de los Mossos y del Gobierno de Rajoy, son algunas de las claves aún sin resolver.
Lo vivido ayer en el Congreso abre la puerta a que el PSOE pueda esquivar tener que pedir el apoyo explícito a los de Puigdemont o Junqueras. Este último podría ser suspendido, modificándose así la aritmética de los pactos.
La investigación ha puesto hincapié en un pendrive de Josep Lluís Salvadó, una de las personas de confianza de Junqueras.
Ni derechas ni izquierdas pueden permitirse ya un enfrentamiento cerril que vuelva a dividir a la sociedad española y sacarla de Europa. Veremos si los que apostamos por el diálogo ganamos por primera vez este envite histórico.
El encuentro tendrá lugar en la cárcel de Lledoners con la intención de sumar el apoyo de ERC a los Presupuestos Generales.
Puestos a ser justos, Junqueras no se merece la misma carga penal que Puigdemont, puesto que este huyó del país
En privado, los republicanos se quejan amargamente, en público, la verdad, están haciendo un triste papelón de comparsa, algo insólito en un partido histórico como éste.
El líder de Esquerra rechaza la fórmula de una Presidencia de la Generalitat desde Bélgica porque "es obvio que el Estado jamás permitirá que sea efectiva".
La actitud de Junqueras es de vergüenza propia y ajena, que roza el principio de insolidaridad e irresponsabilidad política de un dirigente que abandona a sus gentes en los momentos críticos.
Como ciudadano me preocupan tipos como Jaume Roures, que desde la sombra del poder propicia pactos políticos increíbles mientras que en la sala contigua negocia con los islamistas que financian compras imposibles.
Y ¡qué decir del señor Junqueras! Tan noble y honrado él, a quien se le atribuye el pacto de sangre con el President para que lo que ya ha dicho y votado el Parlament sobre el tema no se asuma por el Govern, sentando un precedente vergonzoso.
Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau sólo han constestado a las preguntas de su defensa | La estrategia seguida por los tres ha sido demostrar que no desobedecieron y que la consulta se celebró gracias a los voluntarios.