Los dos paquetes, en apariencia idénticos a los que utilizan los narcotraficantes, aparecieron en una playa de la ría de Arousa. Algún medio llegó a publicar que eran cocaína -conocida popularmente como fariña en Galicia- pero son realmente de harina.
Comprar aceite de girasol se ha convertido en toda una odisea en España y los supermercados racionan su venta, pero también la de pasta o harina: las primeras consecuencias indirectas de la guerra en Ucrania han llegado a nuestro país.