Un representante vigués integra este comité con científicos independientes de reconocido prestigio.
La desinformación es un elemento que preocupa a las élites económicas mundiales, ya no solo por el daño que hacen al periodismo -por el desprestigio y la falta de confianza sobre los medios de comunicación que acarrean- y a la sociedad, sino también las imprevisilbles consecuencias económicas que puede tener una noticia falta, que puede tener un impacto inimaginable sobre los mercados.
Advierte de la existencia de campañas de desinformación dirigidas por otros gobiernos con el fin de alterar la opinión pública española.