El último episodio violento en una penitenciaría de la comunidad catalana, donde falleció una trabajadora, ha provocado una oleada de indignación y protesta ante las prisiones, donde los funcionarios reclaman más medios y una mayor protección para que no se siguan reproduciendo episodios similares de agresiones contra los operarios.
Mientras el gobierno habla de todas estas medidas, poco se ha dicho de un colectivo que está especialmente expuesto. Me refiero al de los presos, que están más indefensos que otros grupos.
Desde los sindicatos, que son los organismos que han facilitado la cifra, reclaman un aumento de las plantillas para poner freno al número de fallecimientos. En total son 103 los condenados que han fallecido en todo el territorio, sin contar los casos sin resolver.
La Federación de Servicios, Mobilidad y Consumo de la UGT (FeSMC-UGT) ha anunciado las protestas en defensa de la continuidad de los puestos de trabajo de la seguridad privada de las prisiones.
Dejaros de paripés, os lo pido. Acabemos de una vez y que no vuelvan los que han mantenido el poder en Catalunya durante tantos años a meternos a todos en un nuevo charco maloliente. A ver si es verdad.
Una delegación visitó durante trece días cárceles españolas. No ven malos tratos generalizados, pero sí casos "creíbles".
Aunque los casos "se tratan en todo momento de forma individualizada", el Gobierno elimina los "criterios subjetivos".
Ademais, a formación laranxa instou ao goberno a cumprir coa transferencia ás CCAA dos servizo sanitarios nas cárceres.