La actividad de Alcoa ha creado una balsa de lodos rojos consecuencia de los procesos químicos para la obtención de alúmina. Este material se ha depositado durante las últimas cuatro décadas sin que de momento no haya habido ningún desastre por rotura de la balsa. Un hecho así sucedió en Hungría en 2010, algo que alertó a los habitantes y autoridades de Xove, municipio donde se sitúa el depósito de lodos rojos