La historia de Ángel Torres, un muchacho de 29 años natural de Cuntis, es la de alguien que se enfrenta cada día ante la adversidad. Un accidente laboral hace ya casi dos años lo dejó sin pierna. Sin indemnización alguna por este suceso, se propuso no solo volver a caminar sino no dejar de hacer lo que le gustaba, como ir en moto o en monopatín. "Me preguntaba si algún día iba a poder caminar de nuevo. Y mira ahora". Ahora se ha convertido en un diamante en bruto dentro del programa de promesas paralímpicas. Sobre un tabla de snow hay pocos más rápidos que él, pero necesita un esponsor que pueda ayudarlo a costearse una prótesis para poder competir en igualdad de condiciones, por lo que ha iniciado una campaña de micromecenazgo: "Cuesta 10.000 euros; sin ella tendré que dejar el programa".