Reanudan el juicio del 'Karar' esta semana en Vigo por un alijo de cocaína tras el 'parón' navideño
En el banquillo se sientan 28 acusados, entre los que están el arousano Juan Carlos Santórum y varias personas de su entorno; un ciudadano colombiano; un exfuncionario de Aduanas y su mujer; un constructor de embarcaciones; y los 15 tripulantes del Karar
La macrosala de la Ciudad de la Justicia de Vigo volverá a acoger, a partir de esta semana, nuevas sesiones del juicio contra 28 acusados, entre ellos el arousano Juan Carlos Santórum (considerado el líder de la organización criminal), por su presunta vinculación con el alijo de 3,8 toneladas de cocaína, intervenidas a bordo del buque MV Karar en abril de 2020.
Este macrojuicio contra el narcotráfico comenzó, tras varios aplazamientos y peticiones de suspensión, en abril del año pasado y, hasta la última sesión de 2024, celebrada el 18 de diciembre, habían comparecido ante la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, además de los acusados (aunque no todos quisieron declarar), más de 50 testigos.
Así, después de más de una treintena de sesiones, la vista se retoma esta semana y, según fuentes jurídicas consultadas, dado que todavía quedan testigos por comparecer, es previsible que ésta se alargue al menos hasta entrado el mes de febrero.
En el banquillo se sientan 28 acusados (otro más estuvo procesado pero falleció antes del juicio), entre los que están el arousano Juan Carlos Santórum y varias personas de su entorno; un ciudadano colombiano; un exfuncionario de Aduanas y su mujer; un constructor de embarcaciones; y los 15 tripulantes del Karar (5 ciudadanos de Bangladesh, 9 de Nepal y un gallego).
Tanto Santórum como sus personas de confianza rechazaron declarar en la vista, alegando que no se les permitía hacerlo al final del juicio, aunque proclamaron su inocencia. En el caso del resto de acusados, varios de ellos negaron su relación con el alijo, como el caso del constructor naval o del exfuncionario de Aduanas y su mujer.
Sin embargo, los tripulantes del barco que transportaba la droga (que salió de Panamá y recogió el cargamento de cocaína frente a las costas de Colombia, antes de navegar rumbo al litoral gallego) sí admitieron que conocían la mercancía que llevaban a bordo.
A lo largo de los últimos meses, las declaraciones de los comparecientes han revelado, entre otras cuestiones, que las pesquisas policiales se iniciaron con el foco puesto en uno de los acusados, Fidel F.B., constructor de embarcaciones. Los seguimientos a este sospechoso llevaron a la Policía hasta Santórum y su entorno.
Además, según declararon varios agentes, en mitad de la investigación, la información aportada por la DEA permitió relacionar la actividad de los sospechosos con el buque Karar, que había sido identificado por las autoridades americanas.
Igualmente, en las sesiones de juicio, se puso de manifiesto, según testigos policiales, que Santórum 'compró' información sobre el seguimiento y abordaje del Karar y conocía, horas antes, el operativo previsto de detenciones y registros; o que el exfuncionario de Aduanas ya estaba siendo investigado internamente por su alto tren de vida.
En el mes de diciembre se produjo en la macrosala viguesa la comparecencia más esperada, la del principal testigo policial: un exjefe de GRECO Galicia que dirigió la investigación en tierra sobre el cargamento del Karar y que, actualmente, está investigado por un juzgado de Murcia por su presunta vinculación con el narcotráfico.
Precisamente, su comparecencia ante el tribunal provocó uno de los episodios más llamativos en este largo juicio. El principal encausado, Juan Carlos Santórum, fue expulsado de la sala por la presidenta del tribunal, tras dirigirse al testigo llamándolo "narcopolicía" y "trampón".
La Fiscalía pide para Santórum, por los supuestos delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, penas que suman 18 años y medio de prisión, y para el resto de acusados, penas que suman 13 años y medio de cárcel (dos años más para uno de ellos por tenencia de armas). En el caso del exagente de Aduanas y su mujer, la petición de pena se eleva a 19 años y medio de cárcel, porque también les atribuye un delito de blanqueo.
Escribe tu comentario