Este decálogo de buenas prácticas para el final del Camino de Santiago muestra cómo peregrinos y compostelanos pueden convivir
Varios colectivos ciudadanos están protestando ante las molestias -y algunos comportamientos incívicos minoritarios- que causa la masiva llegada de peregrinos a Santiago.
La reacción de Asociación Veciñal A Xuntanza, Lavacolla Activa y la Asociación Empresarial Barrio de San Pedro es constructiva. No se limitan a criticar, toman cartas en el asunto difundiendo una "Decálogo de Buenas Prácticas para el Final del Camino". Los caminantes ya lo pueden consultar en muchas de las farolas y postes de las vías de entrada a Compostela.
Su tercer punto aborda uno de los aspectos más polémicos, los orfeones improvisados. Numerosos vídeos en redes sociales han mostrado recientemente como masas de peregrinos se dejan llevar por entusiasmo jacobeo y entran en la urbe cantando a grito pelado.
"Los gritos y cánticos a voces -sean o no religiosos - que alteran nuestro descanso son desagradables. Por la mañana, por la tarde o por la noche. Siempre habrá personas que se vean afectadas por los excesos de ruido y tu no eres la primera ni la única que peregrina. Respétanos", señala las instrucciones.
AJENO A LA TURISMOFOBIA
El documento tiene un tono conciliador, lejos de la turismofobia que ha impregnado algunos comentarios en redes y que está perdiendo en parte de la población local. Le da la "bienvenida" pero pide a los caminantes que respeten las normas cívicas y costumbres locales.
Por ejemplo, recomienda poner una goma en el bastón para reducir su ruido en el enlosado , que los ciclistas terminen el Camino a pie y que los grupos numerosos -formados a veces por cientos de peregrinos organizados- no actúen como si fueran ajenos a las normas de tráfico saturando los cruces.
La campaña vecinal es consecuencia del debate inaplazable que mantiene Santiago hace lustros sobre su modelo de ciudad. El fin de lo peor de la pandemia ha traído cifras de turistas jamás vistas, con el peregrino número 100.000 del año alcanzado en un tiempo récord.
La magnitud de la avalancha es tal que parte de la ciudad de espaldas al fenómeno Xacobeo, pues muchos santiagueses prefieren evitar la marabunta en torno casco histórico y las rutas jacobeas. Los que pueden, claro, que no es el caso de los habitantes de los sufridos habitantes de San Pedro o Lavacola, por ejemplo.
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