A Mariña cumple 8 meses con un solo cardiólogo para 72.000 pacientes, denuncia la CIG

Una sola persona al frente del área de cardiología para atender a cerca de 72.000 personas. 72.000 pacientes dependientes de que ese cardiólogo pueda atenderlos porque los recursos son limitados con solo dos manos. Es la situación que se vive en el Hospital de Burela, en A Mariña lucense, donde solo hay un profesional para un área que cuenta con hasta tres plazas de esta especialidad, según denuncia la CIG-Saúde.

OCHO MESES SOLO

No es una situación nueva, sino que se viene dando desde febrero de 2024. La urgencia es máxima considerando que la semana pasada la comarca se quedó sin cardiólogo durante tres días: del 23 al 25 de octubre no hubo especialista. El sindicato denuncia la "pasividad" de la Gerencia y subraya que el servicio "camina hacia la muerte" con el 28 de noviembre como fecha de cierre de este servicio hasta, como pronto, el 13 de enero. 

En esta línea, el sindicato reprende a las autoridades sanitarias por el "abandono absoluto" en el que se encuentra el centro hospitalario, haciendo responsable al SERGAS de esta situación de indefensión "con la complicidad del Gerente del área Sanitaria de Lugo y de la Dirección del Hospital da Mariña". Esto está teniendo consecuencias en la cobertura asistencial, con pacientes derivados a Lugo. 

"Con un solo un cardiólogo es imposible atender a la consulta diaria, los ingresos en la planta, hacer las pruebas cardiológicas y atender urgencias", explican desde la CIG, que cita entre las consecuencias que el hospital no asume el ingreso de pacientes cardiológicos, ya que son trasladados al HULA, pasando siempre por Urgencias antes de ser ingresados. Además, esos traslados tienen consecuencias directas en la flota de ambulancias, ya que un transporte tiene que desplazarse hasta la ciudad amurallada con el paciente. 

En A Mariña solo se atienden consultas y se realizan pruebas, según la CIG, aunque a partir de diciembre la situación promete cambiar y para peor, con un mayor embotellamiento en el Lucus Augusti y una mayor demora para los usuarios.  "Aumentaran todavía más las listas de espera para la realización de pruebas, tanto las primeras consultas para diagnosticar como las consultas de revisión imprescindibles, multiplicando de este modo las largas listas actuales", pronostica la CIG.