Sumar se hunde, a Podemos lo supera PACMA y Vox irrelevante
Las candidaturas de Marta Lois, Isabel Faraldo y Álvaro Díaz-Mella han dado en hueso duro y no tendrán representación en el parlamento gallego. Por otro lado, el partido animalista PACMA supera a Podemos con casi 1.000 votos.
El PP ha vuelto a consolidar una mayoría absoluta con rotundidad y con un candidato al que algunos propios y muchos extraños, no le daban ninguna oportunidad de recalar en la presidencia autonómica. Este hecho viene a demostrar que hasta el momento ninguna otra fuerza de derechas con implantación estatal ha podido arrebatarle ni un escaño en las dos últimas décadas. Quizá esto se dejaba notar en la languidez de la candidatura de Vox, cuyo cabeza de lista, Álvaro Díaz-Mella, hizo una campaña más bien discreta dejando las palabras más gruesas a su líder Santiago Abascal. Pero si esto ocurre en la derecha, la izquierda en Galicia ha hecho un espectáculo de sus divisiones y diferencias en lo concerniente a dos fuerzas en teoría “hermanas”: Sumar y Podemos. Ni Marta Lois ni Isabel Faraldo han conseguido despertar la suficiente ilusión entre antiguos votantes de las mareas y quienes no querían apostar por BNG y PSOE.
SUMAR Y PODEMOS: DOS HERMANOS Y UNA “LEIRA”
Marta Lois dejaba su puesto en el Congreso de los Diputados para asumir el reto de la candidaturar de Sumar en Galicia. Detrás contaba con la “potencia” de Yolanda Díaz, quien sí había apostado fuerte por su formación después de los resultados en las elecciones generales de 2023. Sin embargo, y ante las desavenencias entre Sumar y la fuerza matriz desde la que despegó, Podemos, el electorado ha preferido derivar fuerzas a otras alternativas políticas más consolidadas en el ámbito gallego.
Las diferencias entre las dos fuerzas se dejaron notar sobre todo en lo relativo a priorizar determinadas políticas, aunque lo personal desde Madrid ha contado mucho. Isabel Faralo tenía por delante un reto quizá aún mayor que el de Lois, y era poder seguir manteniendo el nombre Podemos entre el electorado, algo que no ha conseguido.
Así, ambas formaciones han estado peleando por un espacio de izquierdas que desde el primer momento era muy reducido y circunscrito casi en exclusiva a las ciudades del Eje Atlántico. Lois y Faraldo han escenificado una lucha por una “leira” que no daba más de sí. Quizá un ejemplo de la desilusión que provocaron estas dos fuerzas está en que el partido animalista PACMA obtuvo 5.115 votos frente a los 3.685 de Podemos. Sumar por su lado, aglutinó 26.697 papeletas.
VOX, NO PUDO SER
Álvaro Díaz-Mella quiso batirse en duelo con Rueda en el mismo arco político. No fue posible. Si bien la derecha es pródiga en apoyos dentro de las cuatro provincias gallegas, la ultraderecha no ha dejado de ser una fuerza testimonial en las elecciones autonómicas de Galicia.
La fuerza de Vox recaía sobre todo en el ámbito urbano y en personas o bien desencantadas con el PP, o bien en gente con escaso conocimiento de la memoria histórica. El ideario de esta gente era compartido por redes sociales, espacio altamente frecuentado por la juventud, quizá creyeron que por ahí sacarían algo.
El caso es que no ha podido ser. Vox no ha arañado siquiera la superficie de la coraza del PP. No ha dejado huella ni ha dejado la marca con la que algunos soñaban. De momento la ultraderecha es residual en Galicia.
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