Por qué regalar experiencias en Navidad es la tendencia del 2024

Ahora bien, aplicando la filosofía oriental, podemos enfrontarnos a este problema no como una dificultad insalvable, sino como una oportunidad para innovar. La próxima Navidad de 2024 puede marcar un punto de inflexión en la forma de entender los regalos. Cada vez más personas prefieren recibir experiencias -es decir a presentes no físicos- en lugar de objetos materiales. Una tendencia que va ganando adeptos por varias razones, que desglosamos en este artículo.

En primer lugar, muchos consumidores se han dado cuenta de que los regalos tradicionales a menudo acaban siendo poco útiles y terminan criando polvo en algún rincón. Además, en una era de creciente conciencia medioambiental, existe una preocupación por el impacto que genera la producción, transporte, embalaje y el desecho de tantos objetos.

En contraste, regalos para Navidad en forma de paquetes de experiencias en hoteles, restaurantes, agencias de viajes, parques de atracciones, balnearios, clubs deportivos, etc. se presenta como una alternativa sostenible y, además, mucho más original que los típicos regalos que caen cuando no se sabe que escoge como, por ejemplo, los típicos calcetines, plantas o perfumes.

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Flexibilidad y anticipación: claves del éxito

Una de las grandes ventajas de regalar experiencias es la flexibilidad que ofrecen. Muchas empresas proporcionan paquetes que permiten al destinatario elegir entre diversas opciones, como una noche en un hotel de lujo o una escapada a un balneario. Esta versatilidad asegura que el regalo se ajuste perfectamente a los gustos y agenda del receptor. Es decir, una experiencia que regalas en navidad no tienes porque gastarla en navidad.

Además, comprar experiencias como regalo navideño permite anticiparse a la frenética temporada de compras. Es posible adquirirlas con antelación, evitando así el aumento de precios típico de las fechas festivas y la saturación de los centros comerciales.

La comodidad de lo virtual

Otro factor que impulsa esta tendencia es la facilidad de compra y entrega. Las experiencias suelen venir en forma de tarjeta regalo o código virtual, lo que simplifica enormemente el proceso. A menudo vienen en cajas muy atractivas visualmente que permiten al agasajado hacerse una idea de las experiencias que se le ofrecen. En ocasiones, basta un código numérico para loguearse a una web y allí encontrar todos los detalles de nuestra próxima experiencia. En ambos casos, no hay necesidad de envoltorios complicados ni de cargar con paquetes pesados. Un simple sobre o incluso un correo electrónico es suficiente para hacer llegar este tipo de regalo.

Esta característica no solo ahorra tiempo y estrés al comprador, sino que también reduce el impacto ambiental asociado al empaquetado excesivo y al transporte de productos físicos.

Flexibilidad, anticipación, comodidad y, sobre todo, la promesa de crear recuerdos inolvidables. Regalar experiencias es mucho más original, ecológico y divertido que el típico regalo de última hora.