"No entendemos como Marta Ortega permite que tengamos que pedir permiso para ir al baño" se quejan las huelguistas de Inditex
Si mañana quiere hacer una compra de última hora en Zara, Massimo Dutti, Bershka o alguna de las otras tiendas de Inditex en la provincia de A Coruña existe el riesgo de que la encuentre cerrada. Las trabajadoras llevan semanas de movilizaciones reclamando mejores condiciones y por lo que ven como un endurecimiento de sus condiciones de trabajos desde que cambió la cúpula del grupo. Hablamos con su portavoz, Carmiña Naveiro.
Este viernes 23 de diciembre, en plena fiebre por las compras navideñas de última hora, los consumidores de la provincia de A Coruña se pueden encontrar con tiendas de Inditex cerradas, debido a la huelga convocada por la CIG. Otros sindicatos, como CC.OO., no comparten esta postura y se muestran a favor del acuerdo que firmaron a nivel estatal, pacto que también rubricó UGT.
Carmiña Naveiro, presidenta del comité de Zara por CIG-Servizos, explica a Galiciapress los motivos de esta protesta. Indica que la dirección ha endurecido su trato desde la llegada de de Marta Ortega.
Amenazas por la intranet a los trabajadores que piensan secundar los paros, negativas a las peticiones de asuntos propios o tener que pedir permiso para ir al servicio son algunas de las situaciones que asegura está viviendo la plantilla. La huelga indefinida, una opción cada vez más cercana.
El conflicto dura varias semanas e Inditex nunca se ha pronunciado públicamente al respecto. El gigante de Arteixo tiene como política de comunicación no entrar en el debate público de las movilizaciones de sus trabajadores.
Desde principios de noviembre las dependientas de las tiendas de Inditex en la Provicina de A Coruña reclaman mejoras laborales que les permitan hacer frente al alza de precios y poder conciliar. Nada ha cambiado. En estos casi dos meses de reivindicaciones los empleados de Inditex en A Coruña no han visto colmadas sus reclamaciones a la dirección, que hasta ahora, dicenn, ha dado la callada por respuesta sin concretar ni una sola propuesta firme para mejorar la situación de los empleados de las tiendas.
“No hay nada”, resume Carmiña Naveiro, portavoz de servicios de la CIG y presidenta del comité de Zara en A Coruña. “No hay propuestas firmes. En cuanto las haya las haremos saber, pero por ahora solo hay conversaciones”, admite, lo que la lleva a concluir que la huelga de este viernes 23 de diciembre en las tiendas de Inditex en A Coruña “sigue en pie”. “Creemos que va a ser más multitudinaria que las de noviembre”, avanza.
La situación que viven los trabajadores de la provincia no es exclusiva, ya que, según relatan desde el sindicato, se reproduce “en todo el Estado” e “incluso en el extranjero”, con las trabajadoras de países como Brasil o Reino Unido superadas por la excesiva carga de trabajo.
En este sentido, inciden que desde la CGT de Madrid ya han dado pasos para convocar una huelga el primer día de rebajas y que las trabajadoras de Ponferrada se sumarán a los paros del 7 de enero, que también siguen vigentes. Previamente, hay convocada una protesta en el Polígono de Sabón el próximo 27 de diciembre y en el que participarán otros sindicatos además de la CIG.
¿MACHISMO ENCUBIERTO?
La principal demanda de la CIG es una mejora salarial para el personal de las tiendas, compuesto en su amplia mayoría por mujeres. “Se nos discrimina por ser mujeres”, denuncia Naveira, que considera que “si fuésemos hombres no estaríamos así, lo tengo claro”. La firma lleva “aguantándonos el tirón” desde hace casi dos meses, tiempo en el que no han ofrecido “ni respuestas ni soluciones”. “Queremos un salario digno, no el de un director de Inditex. Solo un salario que nos permita llegar a fin de mes”, apostilla.
Las dependientas son un grupo tremendamente feminizado y que dice sentirse muy discriminado por Inditex, que hace unos días consultaba a los trabajadores de logística de la empresa qué regalos querían sus hijos para Reyes con el fin de agasajarlos. “Para nosotras nada, solo desprecio”, reprocha Naveiro, que recuerda que las trabajadores de las tiendas “somos una de las partes más importantes, porque somos las primeras a las que ve el cliente, las que metemos el dinero en la caja de Inditex”.
"DENIEGAN PETICIONES DE ASUNTOS PROPIOS, DEVOLUCIONES DE HORAS..."
Con todo, la situación se ha recrudecido, dicen, desde primavera, momento en el que Marta Ortega tomó las riendas de la compañía que fundó su padre. “No entiendo como siendo mujer, en la media de de edad de sus trabajadoras, permite este tipo de conductas”, cuestionan desde la CIG. Desde su llegada el trato desde los departamentos de Recursos Humanos se ha recrudecido: “Deniegan peticiones de asuntos propios y devoluciones de horas, algo que nunca pasó. Son prácticas que creíamos erradicadas. En algunas tiendas hasta tienen que pedir permiso las trabajadoras para ir al baño”.
Las presiones de la empresa también son habituales estos días a través de la intranet algo que “no habíamos visto antes”. “Nos mandan mensajes recordándonos lo que implica la huelga, el salario que perdemos…”, comenta Naveira. Esto especialmente sangrante, dice, en la cadena Lefties, donde “amedrentar y amenazar a los trabajadores” es una constante.
Así las cosas, nada parece pronosticar que el panorama vaya a mejorar a corto o medio plazo. Si no hay cambios, desde la CIG plantean un nuevo horizonte desde el 8 de enero. “Existe la posibilidad de una huelga indefinida el 8 de enero, siempre que los trabajadores consideren que debe iniciarse entonces y no antes”, asevera. “La actitud de la presidenta y la dirección deja muy patente que su intención es invisibilizarnos. Vamos a luchar”, zanja la portavoz.
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