¿Premio o castigo? Las dudas tras ganar el Gordo de Navidad
La fortuna puede sonreírnos en cualquier momento. A veces la esperamos con ansiedad, sobretodo si hemos apostado a un número de la Lotería de Navidad. Aunque ya han pasado unos días desde el último Sorteo Extraordinario, es conveniente tener en cuenta algunos consejos sobre qué hacer con el dinero de esta lotería una vez que los ánimos y la euforia se han calmado
El sueño de ganar el Gordo de Navidad es una de las grandes fantasías compartidas por millones en este país. Por eso, cada 22 de diciembre, la ilusión y los sueños, por qué no decirlo, se apoderan de quienes esperan ansiosos el anuncio de los premios. Y cuando ese momento llega la mente estalla, la alegría se esparce, los abrazos son innumerables e invitar a champán, como mínimo, se vuelve una señal del nuevo “estatus”: millonario. Pero cuando ya hemos vuelto a poner los pies en la Tierra, nos damos cuenta que recibir una cantidad significativa de dinero implica tomar decisiones financieras cruciales. Se inicia entonces un viaje en busca de las opciones más recomendables para los afortunados ganadores y también de las precauciones que deben considerar.
¿QUÉ HACER Y QUÉ NO?
No es fácil encontrar una vía que resulte rentable para nosotros una vez hemos ganado un premio monetario importante. La mala gestión, el pensar que estamos ante un pozo sin fondo o invertir todo a una sola apuesta suelen llevar a la ruina a los “efímeros” millonarios. Por eso, aquí dejamos algunas recomendaciones sobre qué hacer con el dinero que Fortuna nos ha dejado.
Una de las primeras recomendaciones de los expertos es invertir con cautela y evaluando todos los pros y contras. Los fondos de inversión emergen como una alternativa atractiva, gestionados por profesionales que ofrecen la ventaja de diversificar el riesgo. Además, la inversión en bienes inmuebles se destaca; destinar alrededor del 60% del premio a esta área puede proporcionar estabilidad económica y generar ingresos pasivos a través de alquileres.
También es recomendable lo que muchos ganadores hacen nada más cobrar el premio: saldar deudas pendientes. Pagar hipotecas, préstamos personales o tarjetas de crédito puede ser una decisión financiera inteligente que permite eliminar cargas económicas a largo plazo. Pero como la tentación está ahí, se recomienda destinar solo un pequeño porcentaje, alrededor del 5%, para caprichos inmediatos como viajes o compras. Mantener una parte sustancial en ahorros líquidos es vital para enfrentar emergencias o aprovechar futuras oportunidades.
En casos como este, el asesoramiento de profesionales financieros y legales se vuelve indispensable. Se aconseja destinar aproximadamente un 5% del premio para contratar expertos que ayuden a navegar las complejidades fiscales y de inversión que acompañan un gran premio. Y no, no todos sabemos de economía por muchas cuentas que hagamos a fin de mes.
IMPUESTOS, INVERSIONES Y EVITAR MALOS TRAGOS
Ante todo, acordarnos de que existen los impuestos y estos también gravan premios. Es fundamental recordar que, en España, los premios superiores a 40.000 euros están sujetos a una retención del 20% sobre la cantidad que excede este umbral. Asimismo, cualquier deuda con la Agencia Tributaria puede ser embargada automáticamente del premio, lo que convierte el asesoramiento en un paso imprescindible.
Destinar una parte del premio a un plan de pensiones es una decisión inteligente. A medida que los ingresos pueden no ser suficientes en el futuro, es crucial asegurar el bienestar a largo plazo. Asimismo, muchos asesores coinciden en que diversificar en acciones o bonos puede ofrecer rendimientos significativos y minimizar riesgos. Por último, muchos ganadores optan por donar a organizaciones benéficas, creando un impacto positivo en la sociedad y obteniendo beneficios fiscales en el proceso.
Todo lo anterior no sirve de nada si nos dejamos llevar por la impulsividad y la mala gestión del nuevo capital. La figura de quien lo ha tenido todo y lo ha perdido en apenas meses existe, es real. Esto sucede porque la mayoría no somos conscientes de que la gestión del dinero implica cambios importantes cuando hablamos de cantidades sustanciosas.
Por eso, el gasto impulsivo es uno de los mayores peligros. Se estima que más del 50% de los ganadores de lotería agotan su dinero en los primeros cinco años. Por lo tanto, es fundamental evitar decisiones financieras apresuradas y gastos excesivos en lujos. Tampoco hay que dejarse influenciar por amigos o familiares en la toma de decisiones (consejos traigo que para mí no tengo). Una mala inversión puede acarrear más problemas de lo que creemos, por eso insistir en el asesoramiento legal y financiero.
Así pues, si el Gordo nos ha caído encima, seguir el consejo del grupo Siniestro Total: “Ante todo, mucha calma”. Sí, claro que debemos festejarlo pero a la mayor brevedad debemos ponernos en marcha y buscar las mejores vías de inversión para la fortuna que nos ha tocado. Es cuestión de formar nuestra educación financiera para gestionar de forma idónea este premio.
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