La minera de Touro reconoce que le falta aún el 20% de los terrenos, que podrían acabar siendo expropiados
De lograr la autorización de la Xunta, Cobre San Rafael podría forzar la expropiación por interés público de las fincas de los vecinos que no hayan vendido. La compañía presume que ya tiene casi el 80% de la superficie gracias a acuerdos con los vecinos, aunque una buena parte de los terrenos en realidad no son de familias locales, sino que pertenecen a la antigua ina, propiedad desde hace décadas de uno de los socios de Cobre San Rafael.
Cobre San Rafael ha anunciado que cuenta ya con el 79% de los terrenos necesarios para su proyecto de producción de cobre sostenible, avanzando en las gestiones administrativas para la puesta en marcha de su iniciativa en la mina de Touro-O Pino.
La empresa dice que a través de acuerdos de compra con los vecinos propietarios locales, la compañía se ha hecho con estos terrenos. Lo que no dice es que muchos de esas fincas son de Explotaciones Gallegas, el socio local de Atalaya Minning, la multinacional que financia a Cobre San Rafael y que tiene el 80% de los derechos.
En total, el proyecto ocupará una superficie de unas 812 hectáreas, de las cuales 600 son terrenos mineros históricos.
Además, recientemente Cobre San Rafael ha realizado una publicación en prensa del listado de la propiedad actual de los terrenos en los que se va a desarrollar el proyecto o alguna de sus infraestructuras. "Ese requerimiento legal de publicidad tiene como objetivo informar a los propietarios de las fincas y, en ningún caso, implica la expropiación de las parcelas indicadas", ha subrayado la empresa en un comunicado.
"La buena marcha del proceso de adquisición de los terrenos es el resultado de más de siete años de diálogo y negociaciones con vecinos. Durante este periodo, la compañía llevó a cabo más de 200 reuniones informativas en la comarca, con el fin de garantizar una integración respetuosa y consensuada del proyecto en la comunidad", ha destacado.
Así, los acuerdos alcanzados incluyen opciones de compra o alquiler de los terrenos. En el caso del compromiso de venta, los propietarios están recibiendo un 10% de la valoración de su terreno en el momento de la firma, importe que no tendrán que devolver si el proyecto no llega a desarrollarse, ha añadido la firma.
Por su parte, con la opción de alquiler se ofrece un 2,5% anual de la valoración del terreno hasta que se consigan los permisos necesarios, momento en el cual se aumentará a un 10% anual.
"Además, la mayoría de los propietarios de los terrenos pendientes de adquirir muestran su disposición a firmar acuerdos una vez se obtengan los permisos necesarios para el desarrollo del proyecto, llegando actualmente al 79% del total", asegura Cobre San Rafael.
La empresa ha insistido en que la calidad y el potencial del yacimiento están garantizados gracias a los más de 100 kilómetros de sondeos de exploración realizados, que confirman tanto el tamaño como la composición química del mineral.
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