Stellantis Vigo vuelve al trabajo con la incertidumbre de no tener sustituto para el Peugeot 2008
En menos de dos semanas empieza el progresivo declive de la producción de un modelo que abosorve gran parte de la carga de trabajo de la fábrica de Balaídos sin que Tavares haya revelado todavía qué lo va a sustituir, pese a las ayudas públicas captadas este año.
Miles de trabajadores de Stellantis Vigo se reincorporano ayer al trabajo con la incertidumbre sobre qué pasará con una de las dos líneas de la factoría, el mayor empleador privado de Galicia. El turno nocturno del sistema 1 bajará su ritmo de producción a partir de septiembre.
Esa caída, aunque modesta, se pasará de 45 a 22 coches por hora, supone el inicio del fin de la producción del Peugeot 2008. Es un modelo maduro, que está alcanzando su fase final en el mercado. De hecho, este año solo ha logrado ocupar el puesto 7 en su sector, el de los SUV pequeños. Su futuro no se presenta especialmente prometedor, pues por su precio, 22.000 euros, hay ya SUV chinos mucho más baratos, por ejemplo el MG ZS, que anda por los 18.000.
Con todo, la preocupación entre la plantilla no es tanto por el futuro comercial de este modelo sino por su sustituto. Pese a reiteradas promesas, el grupo Stellantis sigue sin confirmar qué modelo, en su caso, absorberá la mano de obra que ahora se vuelca en el 2008.
Es cierto que, tras años de meter presión, la multinacional arrancó al Estado una importante subvención del PERTE y la llegada de la muy alta tensión, pero pasan los meses y Carlos Tavares sigue sin anunciar la adjudicación oficial ni de un nuevo modelo ni de la plataforma eléctrica.
Si a esto le sumamos los continuos parones de producción por falta de componentes, la reducción de suministradores entre las empresas auxiliares de la comarca como Magna y la alianza de Stellantis con un fabricante chino, Leapmotor, para empezar a importar masivamente automóviles asiáticos a Europa, las perspectivas no son más las más tranquilizadoras para la plantilla de casi seis mil empleados de Balaídos.
De hecho, la frenada en el sistema 1 forzó a la empresa a tener que negociar una Modificación Sustancial de Condiciones de Trabajo del turno de noche. Finalmente, todos los trabajadores afectados lograron encontrar labor en otros turnos o puestos, logrando así traslados voluntarios, lo que era uno de los objetivos de los sindicatos.
Otra de las demandas laborales de algunas de las centrales, como la CUT, ha sido el calor que soportan los proletarios en Balaídos. Vítor Marinho, del sindicato CUT, se queja de que el mantenimiento realizado este verano a la fábrica de Balaídos ha sido exclusivamente para mejorar la capacidad productiva de la factoría y no las condiciones laborales de los obreros que trabajan, dice, a menudo en instalaciones “obsoletas que teñen tanta vida como a fábrica”, y que “”non cumpren a normativa vicente en temperaturas” ni en verano con el calor ni en invierno con el frío, por lo que acaban de presentar una demanda ante la inspección de trabajo. Como anécdota significativa, la central señala que los trabajadores se encontraron que las mesas donde comen el bocadillo estaban sucias y las papeleras después de las vacaciones.
¿MOVIMIENTOS DE CARA A UN NUEVO MODELO?
En lo referido a la incertidumbre por la no asignación de un nuevo modelo, Marinho no se muestra pesimista -recuerda que Balaídos es la “punta de lanza” del grupo- aunque se queja de la estrategia de Stellantis. En concreto, de estar siempre metiendo presión a las administracións públicas para conseguir subvenciones -como las logradas en el PERTE- sin garantizar ni siquiera el mantenimiento de los actuales puestos de trabajo.
Con todo, apunta a que el hecho de que no haya desaparecido el turno de noche del sistema 1, como se llegó a barajar, indica que “puede existir una previsión de asignación de un nuevo vehículo” pues razona que para Stellantis es más fácil ampliar un turno que crear uno de cero.
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