Galicia, el país donde quedan toneladas de castañas sin recoger pero importa castañas
"Las empresas y la industria transformadora aún deben recurrir a importaciones, alrededor de diez millones de kilos al año, principalmente de Portugal, para satisfacer la demanda". Así lo afirma Antonio Rigueiro, presidente de la Asociación Forestal de Galicia, coordinador de las jornadas “Os soutos de castiñeiros: ecosistemas multifuncionais” que se van a celebrar en Lugo. Buscan promover un sector que mueve 50 millones de euros al año pese a que muchas castañas quedan sin recoger ante el abandono del rural.
En un esfuerzo por impulsar el próspero sector castañero de Galicia, que contribuye con una facturación anual de más de 50 millones de euros a la comunidad, la Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC) y la Diputación Provincial de Lugo organiza "XXXIV Jornadas Luis Asorey", que se llevarán a cabo del 13 al 22 de noviembre.
El tema central de estas jornada se enfoca en la producción y gestión de castañares en la región, con una serie de conferencias que se celebrarán en el salón de actos de la Diputación Provincial de Lugo, con transmisiones en vivo a través del canal de Youtube del RAGC.
La primera jornada versará sobre los castañares como sistemas agroforestales, Rigueiro adelanta que "Galicia es líder en la producción y exportación de castañas en España. Anualmente se cosechan 20 millones de kilos, de los cuales la mitad se consume en fresco y el resto se procesa. Esto representa un negocio que supera los 50 millones de euros una vez que se comercializa". A pesar de esta posición favorable, Rigueiro subrayó que "las empresas y la industria transformadora aún deben recurrir a importaciones, alrededor de diez millones de kilos al año, principalmente de Portugal, para satisfacer la demanda".
PROS Y CONTRAS
El experto destacó que existen condiciones propicias en Galicia para revitalizar este sector, como el aprecio por los castaños en el medio rural, la diversidad de variedades, la existencia de una Indicación Geográfica Protegida, y las buenas condiciones geográficas y climáticas en la región.
Sin embargo, también mencionó los desafíos, como el abandono de castañares debido a la recesión demográfica y el envejecimiento de la población rural, problemas fitosanitarios en los árboles y la falta de inversión en el sector.
Rigueiro subrayó que las castañas de Galicia tienen un sólido mercado a nivel regional, nacional e internacional, con un retorno de inversión a corto plazo y un ingreso anual constante. Además, resaltó que las arboledas no solo son productoras de castañas, sino también de madera de calidad y hongos comerciales.
ORGANIZACIÓN
En conclusión, las "XXXIV Jornadas Luis Asorey" buscan fomentar la expansión y sostenibilidad del sector en Galicia, destacando su importancia económica y su potencial para el desarrollo rural en la región.
El evento cuenta con el apoyo del Campus Terra de la Universidad de Santiago (USC) y está reconocido por el Ministerio de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades como actividad formativa del profesorado no universitario.
Las jornadas son coordinadas por Antonio Rigueiro, destacado profesor emérito de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Lugo (USC) presidente de la Asociación Forestal de Galicia (AFG) y miembro de número de la RAGC. La inauguración contó con la presencia del presidente de la Academia, Juan Lema, y el diputado provincial de Lugo, Pablo Rivera Capón.
UN RECURSO CON POSIBILIDADES DE CRECIMIENTO
Las castañas tienen una salida comercial limitada en Europa, pese a ser un producto apreciado en muchos países del continente. Uno de los mercados más significativos para las castañas es el sur de Europa, donde son un ingrediente esencial en la preparación de platos tradicionales.
En países como España, Italia, Portugal y Francia, las castañas son un componente clave de la gastronomía tradicional, ya sea asadas, cocidas o utilizadas en la elaboración de postres y platos salados. Esto genera una demanda constante de castañas frescas y procesadas en estos mercados, lo que brinda oportunidades comerciales para los productores locales.
Además de su consumo directo, las castañas también tienen aplicaciones en la industria alimentaria, como la producción de harina de castaña, puré de castaña y otros productos derivados. Estos productos son apreciados por su sabor y valor nutricional, lo que los convierte en ingredientes populares en la fabricación de productos horneados, postres y alimentos preparados. Esta diversificación de productos a base de castañas permite a los productores llegar a una amplia gama de consumidores en Europa y más allá.
Otro aspecto importante de la salida comercial de las castañas en Europa es su valor cultural y patrimonial. Las festividades o ferias dedicadas a las castañas, como el magosto en Ourense o el "castagnata" en Italia, atraen a turistas y locales por igual, lo que impulsa la venta de castañas y productos relacionados.
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