El Centro Gallego de Buenos Aires pasa a manos privadas por el grupo Ribera Salud
La empresa argentina compra la sede de la asociación de 110 años de historia por 42 millones de euros.
Mucho ha cambiado el mundo desde que en 1907 un grupo de gallegos emigrados a Argentina hicieron de la morriña una asociación con todas las letras para que fuera un punto de encuentro para todos los gallegos que estaban lejos del hogar. Ahora, 110 años después, el Centro Gallego de Buenos Aires ya no puede sostenerse solo económicamente. Tras consultar con sus socios, la entidad ha sido adjudicada al mejor postor, el grupo Ribera Salud, que por 42 millones de euros se hará dueño del histórico edificio de la avenida Belgrano.
El grupo Ribera Salud, junto con la Fundación Favaloro, se hará cargo del centro sanitario de la entidad, además de su biblioteca y su auditorio. La caída en desgracia del Centro es la crónica de una muerte anunciada. Hace seis años, la Xunta de Galicia abonó 11 millones de euros para dejar de formar parte de la entidad. Esta semana se debatió la posibilidad de quebrar o traspasar el centro a manos privadas. Ahora, los todavía socios del Centro Gallego de Buenos Aires, recibirán la cobertura sanitaria por medio de una mutua puesta por el Gobierno de España. La principal preocupación de esos socios es si podrán gozar de los privilegios sanitarios de los que disponían. El Gobierno de Macri facilita la entrada en inversión privada dentro de la sanidad, lo que ha beneficiado la entrada de capital privado en la sanidad.
El otrora prestigioso Centro Gallego bonaerense vive ahora como muchos de sus socios: sintiendo el paso de los años y viendo como el mundo ya no es como en sus primeros años. Por eso tuvo que pasar a manos privadas. Ahora, los socios buscan que Ribera Salud proporcione los mismos servicios que hasta ahora daba el centro. Sin embargo, “la casa”, como era conocida la entidad y el edificio, es más que un hospital para muchos gallegos, sino patrimonio de la cultura de Galicia. Por sus pasillos, ilustres personalidades de la historia de Galicia como Castelao, pasearon añorando su hogar y lamentando estar tan lejos de Galicia. Y como él, millares de emigrados al país sudamericano.
La gran duda ahora es saber que va a pasar con toda la herencia cultural que encierra el edificio. Los socios piden que se mantenga en Argentina bajo el amparo de los nuevos propietarios, mientras que la Xunta valora su posible compra y traslado a Galicia, algo a priori complicado por la legislación argentina. Los grupos parlamentarios que integran la oposición en el Parlamento de Galicia ya han manifestado su inquietud sobre el futuro del tesoro cultural que ahora aguarda dueño en el Río de la Plata. Buenos Aires, la antaño llamada ‘Quinta provincia’ por el pueblo gallego, ya hace mucho que dejó de ser el punto de llegada de todos aquellos que buscaban un futuro mejor. A pesar de eso, muchos aguardan todavía una solución no solo para los que todavía están, sino por la memoria de los que ya se fueron.
Escribe tu comentario