Detenido un vecino de Marín acusado de tres violaciones

Miembros de la Guardia Civil durante el registro.

Un hombre de 40 años vecino de la localidad pontevedresa de Marín, identificado como J.L.G.M, permanece detenido bajo la custodia de la Guardia Civil como presunto autor de tres violaciones de extrema violencia ocurridas en la comarca de O Morrazo desde julio de 2016 hasta marzo de este mismo año.

El presunto autor de de los hechos ha sido puesto a disposición judicial a lo largo de esta mañana en el Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad de Marín, después de ser detenido en el día de ayer. Además de la detención, los agentes realizaron un registro a la vivienda del detenido en busca de pruebas. En el registro se localizó una pistola simulada, un cuchillo y cuerda con las que inmovilizaba a las víctimas. Las investigaciones a lo largo de este tiempo, en la denominada ‘Operación Geronta’, han corrido a cargo del Grupo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra.

Los delitos de agresión sexual atribuidos al sospechoso ocurrieron en las localidades de Cangas y Bueu. Las víctimas son tres mujeres de edades comprendidas entre los 36 y los 75 años de edad, aunque no se descarta que pueda estar involucrado en otros delitos. En el caso de la septuagenaria, la última agresión ocurrida el pasado marzo en A Portela, Bueu, la mujer fue atada, amordazada y agredida sexualmente por un desconocido que entró en su domicilio sobre la medianoche. Tras varias horas retenida, logró liberare y llegar a casa de unos vecinos donde fue atendida.

Según el informe de la Guardia Civil, las victimas “fueron sometidas a aberrantes prácticas y vejaciones que les produjeron graves daños físicos y psicológicos que requirieron asistencia médica por las heridas, desgarros y los golpes que les propinó". En uno de los casos llegó a arrojarle agua caliente sobre las piernas a una de las víctimas. Para la detención del presunto autor de los hechos, la colaboración de las tres mujeres fue “decisiva”, evitando de esta forma “que se produjeran más casos similares en el futuro”. Los estudios genéticos y la investigación de los terminales telefónicos permitieron finalmente la identificación del presunto autor.