​Los problemas sobre el césped hacen mella en el vestuario del Dépor

Entrenamiento del Dépor. // Foto: RC Deportivo

El Dépor revive esta temporada algunos de los mismos problemas de la pasada. La mala racha de resultados está empezando a generar conflictos en el vestuario, aunque en este caso no sea entre los propios jugadores.

A Víctor Sánchez del Amo le terminaron por explotar en las manos las tensiones que tuvieron como protagonistas a Luisinho, Arribas y Lopo. Con su destitución, parecía que todo volvía a su cauce, pero la situación se le vuelve a torcer a Garitano cuando todavía queda más de media liga por delante.

El martes, ante el Betis, llamó la atención la ausencia en el once de Alejandro Arribas. Al parecer, el madrileño no jugó por diferencias con el entrenador, por negarse a hacerlo como parte de una defensa de cinco. Aunque más tarde se disculparía, el míster atajó de esa forma la situación. El propio jugador publicó un tuit en el que aseguraba que él no se había negado a jugar en ningún momento.

Otro frente abierto en Copa es el del Emre Colak, que lla se quedó fuera de la convocatoria en el derbi de Balaídos, sorprendentemente, como decisión técnica. Garitano interpretó que el ex del Galatasaray no había entrenado con la intensidad exigida. Pues el martes, el mediapunta se quedó en el Banquillo, a pesar de que el equipo iba por detrás en el marcador. Tal y como apuntó la Cadena Ser, otra vez, culpa de la mala actitud del jugador, que se presentó en el banquillo en zapatillas de deporte.

Por el bien del deportivismo, Gaizka Garitano y los pesos pesados del vestuario deberán atajar la situación para que no siga pasando factura a un equipo que no atraviesa un buen momento futbolístico. Dos meses sin ganar y en puestos de descenso.