André Abeledo Fernández, nado en Neda o 14 de Xuño de 1974, militante comunista e sindicalista. Membro da Sección Sindical da CIG en Mercadona na Provincia de A Coruña.
VOX es un partido neoliberal y fascista, un partido franquista y profundamente anti obrero. Pero para enfrentarse a este reto es necesario un espacio de izquierdas ocupado por organizaciones que defiendan posiciones claramente de izquierdas
Ya no se puede hablar de derecha corrupta, ahora es ultraderecha fascista corrupta. Viendo el nivel político y el nivel de los actuales políticos, pienso que no estamos dirigidos por estadistas, más bien posiblemente es la generación de los torpes. No tienen visión global y mucho menos altura de miras. Con este panorama podemos esperar cualquier cosa.
Y entre los oligarcas, los grandes empresarios, los poderes facticos que mueven los hilos y financian a la ultraderecha, las cabezas tampoco están muy bien amuebladas y representan al pensamiento fascista más rancio y al neoliberalismo más inhumano.
Sería muy interesante que los medios de comunicación se atreviesen a desvelar los nombres de los grandes empresarios que financian a la ultraderecha, pero no lo harán, unos porque a ellos también los financian y otros por miedo.
Los mismos que han blanqueado al fascismo en el Estado español, que les han normalizando, que les han dado publicidad, no se la van a jugar para decir quienes alimentan al monstruo con mucho dinero.
El problema es que la izquierda también está descuidando uno de sus flancos, porque a la izquierda, de el "centro" político que representa el PSOE, y de la socialdemocracia que representa UP, no hay nada, porque lo han desmantelado. Y en estos momentos de polarización extrema es más necesaria que nunca para frenar al fascismo.
Porque una parte importante del voto de VOX es un voto anti sistema, un voto de frustración y desencanto con las instituciones, un voto de castigo a los partidos actuales y tradicionales que ven en VOX algo que se enfrenta a un sistema que ven como el problema.
VOX no es para nada un partido anti sistema, porque sus hilos los mueven las oligarquías que controlan el sistema, VOX no es un partido que se enfrenta a las instituciones, porque los apoyan una parte de los poderes facticos que controlan las instituciones, VOX no es para nada un partido contra los poderes económicos, porque algunos de los empresarios más poderosos del Estado los financian. Pero lo que venden a la sociedad es otra cosa y ahora el producto se compra por que el desencanto y el miedo han calado profundamente en la clase trabajadora.
VOX es un partido neoliberal y fascista, un partido franquista y profundamente anti obrero. Pero para enfrentarse a este reto es necesario un espacio de izquierdas ocupado por organizaciones que defiendan posiciones claramente de izquierdas y siempre a la izquierda de la socialdemocracia.
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