Onda Cero ha cumplido sus primeros 30 años de vida. No son muchos, para un medio de comunicación que nació en 1924, año en el que comenzó a emitir EAJ 1 Radio Barcelona, siglas que quieren decir E por España AJ porque así se llaman las estaciones de telegrafía sin hilos y 1 por ser la primera. A partir de ahí la historia de la radio privada en España tiene escritas páginas sonoras inolvidables en las que la última gran cadena generalista, que ahora los expertos la llamaban así, ha sido, guste o no Onda Cero.
Para mí, esta casa en la cual no trabajo desde que Aznar se la regaló a su compañero de pupitre Villalonga, el tipo ese que sale en las fotos de hemeroteca con la mantenida del Rey Emérito, es ese extraordinario lugar en el que por iniciativa de la ONCE se forjó la última gran cadena del siglo XX con gran esfuerzo y especial dedicación profesional.
Nacida de la venta a precio de caviar ruso de la antigua joya de la familia Rato fue creciendo con la suma de las emisoras de Euskadi, también compradas a un gran hombre de radio Josep Maria Ballvé, dueño de Radio Miramar, la famosa EAJ 39, las Asociadas por Ondas Galicia, posteriormente también adquiridas a sus fundadores socialistas, las FM de la Comunidad Valenciana del empresario Lluís Suñer al que, recordemos, en 1980 había secuestrado ETA Político Militar, y a partir de ahí las que en un momento dado las del ahora de nuevo en la palestra que tanto le gusta, Blas Herrero el amo de Kiss FM y por supuesto el que sería, al final de todo, el gran beneficiado, el cofundador con su padre de Editorial Planeta Jose Manuel Lara Bosch al que quiero ahora recordar con especial afecto.
Hay mucha historia que contar sobre Onda Cero y su gente. Unas buenas, como la del interés social que guió a los ciegos españoles en crear una cadena que soñara con un mundo sin barreras, y otras para querer olvidar donde la política y el dinero le quitaron su medio natural a unos propietarios inteligentes y solidarios para devolvérselo al maridaje de los medios de comunicación y la política que parece ser el destino desgraciado de la libertad de expresión en España.
Como me tocó vivir en primera, segunda y hasta en tercer persona la inmensa mayoría de los episodios de esta apasionante historia de la radio, es por lo que, en este 30 aniversario tan solo quiero recordar el feliz nacimiento de la criatura, y darle las gracias a la Casa encantada y a sus vendedores del cupón, muy bien representada por su Presidente Miguel Carballeda por su más que generosa contribución al proyecto al comprobar que, pese a todas las dificultades, sigue vivo y desearle a sus actuales profesionales muchos éxitos en su futuro y salud y alegría para disfrutarlo, sin que olviden que lo que cada día comparten con sus oyentes costó a la gente que les precedió un enorme esfuerzo.
Mi querida Concha Garcia Campoy, a la que convencí para que también se uniera a nuestro proyecto, y que ahora nos mira desde el cielo con aquella sonrisa suya que traspasaba el dial…... ¡Va por ti!
Finalmente un brindis de aniversario: Mi querida Concha Garcia Campoy, a la que convencí para que también se uniera a nuestro proyecto, y que ahora nos mira desde el cielo con aquella sonrisa suya que traspasaba el dial…... ¡Va por ti!
Feliz 30 Aniversario Onda Cero Radio.
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