El proyecto eólico Serra do Oribio, con una Declaración de Impacto Ambiental obsoleta y que amenaza especies protegidas, en manos del TSXG
La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) ha pedido al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la paralización de las obras del parque eólico Serra do Oribio (Lugo), una medida cautelar que acompaña a un recurso contencioso-administrativo contra una decisión en la que la propia Xunta "denegó" suspender el proyecto.
Miembros de la plataforma 'Salvemos O Iribio'
En concreto, tal y como ha indicado la portavoz de Adega, Belén Rodríguez, la Dirección Xeral de Enerxía e Minas desechó paralizar las obras y el pasado mes de febrero emitió una resolución en la que calificaba como "no sustancial" una modificación del proyecto presentada 11 años después de su aprobación inicial.
Ahora, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, que forma parte de la Plataforma Salvemos O Iribio, ha interpuesto un recurso ante el TSXG y solicita la paralización cautelar del parque para evitar los "daños irreparables" que podría suponer la instalación para la Rede Natura 2000, el Camino Francés del Camino de Santiago y otros espacios protegidos de esta zona de O Courel.
La responsable de Adega ha participado este viernes en una rueda de prensa celebrada en Santiago, a la que también han asistido el presidente de la Sociedade Galega de Ornitoloxía (SGO), Óscar Rivas; la integrante de Equo Galicia Nery Díaz; y los diputados autonómicos Antón Sánchez (Grupo Común da Esquerda), Luís Bará (BNG) y Pancho Casal (Grupo Mixto).
MODIFICACIÓN "NO SUSTANCIAL"
En este contexto, Belén Rodríguez ha asegurado que "hasta en dos ocasiones" la Dirección Xeral regentada por Ángel Bernardo Tahoces paralizó las obras del Serra do Oribio "por haberse iniciado sin las respectivas licencias y permisos tanto por parte de la Xunta como de los ayuntamientos".
"Esa paralización cautelar fue levantada en el mes de julio", ha recordado la portavoz de Adega, para después desmentir que la modificación del proyecto sea "no sustancial", tal y como la declaró la Xunta. Y es que, si bien "disminuye de doce a ocho" los aerogeneradores, los molinos aumentan "en 15 metros de altura y en un 64 por ciento" el diámetro de las aspas.
En este sentido, Rodríguez ha explicado que la Dirección Xeral de Enerxía e Minas considera no sustanciales los cambios porque así se "exime a la empresa eólica de tener que someter este proyecto a una nueva declaración de impacto ambiental".
Esta "celeridad" e "irregularidades" de las obras, ha indicado, se debe a que la empresa tiene hasta el próximo 12 de diciembre para iniciar la construcción del parque.
"UN DAÑO REALMENTE SERIO"
"Consideramos que, de seguir el curso de estas obras que están avanzando a marchas absolutamente desproporcionadas, podríamos estar ante un daño realmente serio de valores ambientales y culturales que están reconocidos y que difícilmente se podrían recuperar", ha sentenciado.
Por su parte, el presidente de la Sociedade Galega de Ortnitoloxía (SGO), Óscar Rivas, ha insistido en que el plan director de la Rede Natura "claramente prohíbe la instalación de parques eólicos".
Por ello, Rivas ve "clara" la "connivencia" de la Xunta en este caso, por lo que ha ironizado con solicitar para Galicia "un 155 en política ambiental", ya que este proyecto "amenaza" a poblaciones de aves "en declive" en la Península Ibérica.
Con todo, ha subrayado que la plataforma Salvemos O Iribio "no está en contra de los parques eólicos", porque se trata de "una energía que puede ser sostenible". "Pero debe ser planificada de forma racional", ha matizado.
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