El presidente de México ve corrupción en los contratos con Pemex que promovió la Xunta de Galicia (vídeo)

500 millones de inversión, 4.000 empleos, una veintena de barcos y una base en el Puerto Exterior de A Coruña. Estas son algunas de las promesas que hizo Feijóo en 2012 al hilo de acuerdos con Pemex. La realidad es que solo se construyeron dos floteles y los mexicanos rescataron a Barreras. Operaciones que, además, ahora están en el punto de mira del presidente México. López Obrador anuncia que se van revisar los contratos por sospechas de "corrupción" y sobrecostes injustificados.

El Gobierno de México está revisando una serie de contratos con astilleros españoles de la petrolera estatal Pemex al considerar que estos acuerdos "no ofrecían un trato justo" para la compañía azteca, según ha anunciado en rueda de prensa el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

"Estamos revisando contratos de empresas que se tienen en España con astilleros españoles donde no había un trato justo para Pemex", ha anunciado el presidente mexicano, señalando que "se está llevando a cabo una limpia general" en referencia a las empresas creadas alrededor de la petrolera estatal y al "tráfico de contratos y de compras con sobreprecio".

"Puedo decirles que se acabó la corrupción en Pemex", ha asegurado López Obrador, señalando que estas empresas que existían y eran independientes ya tienen control de la dirección de Pemex.

Pemex selló acuerdos con Galicia que pasaron por la realización de floteles y la entrada en el astillero vigués de Barreras, tras la negociaciones mantenidas con la Xunta, si bien casi todas las promesas no se vieron cumplidas sobre lo inicialmente anunciado.

LISTA DE PROMESAS INCUMPLIDAS

Así, la "alianza estratégica" incluía  "la apuesta de PEMEX por establecer en el Puerto Exterior de Punta Langosteira una de sus principales bases logísticas ". Promesa de la que no queda ni rastro.

El presidente gallego también anunció la oferta de Pemex de que los astilleros gallegos participasen en la licitación para la construcción de 7 buques abastecedores, con una inversión de más de 100 millones de euros. Ese negocio nunca se concretó.

Si se concretó la entrada de la empresa públicas mejicana en el accionariado de la viguesa Barreras. México pagó 5,1 millones de euros por el 51% de la antigua compañía estatal. Ahora bien, esa operación esta bajo sospecha.

ABANDONO DE BARRERAS A TODA PRISA

Medios mejicanos, en concreto la revista Contralínea, informaron que Pemex intentó malvender su parte de Hijos de J. Barreras a socios minoritarios a bajo precio. Sucedió durante la transición entre los gobiernos de Peña Nieto y Obrador. 

Hace meses que en Vigo se sospecha que los mexicanos quieren salir como sea del accionariado, como parte del anunciado plan de venta de activos por 1.200 millones.  Temor que sin duda se acrecienta hoy tras las durísimas afirmaciones de Obrador. Además, PEMEX anda intentando colocar como sea el flotel de Barreras, pues es demasiado grande para sus necesidades. Lo mismo sucede con el flotel que construyó Navantia en Ferrol, acabado el año pasado. Fueron los dos únicos buques que se hicieron finalmente en Galicia.

En su día, Feijóo anunció que los astilleros gallegos no solo harían esos floteles, sino que participaciparían en la "renovación de la flota menor de PEMEX que supondrá una inversión de 240 millones de dólares." Pemex anunció en 2016, ya antes del cambio de gobierno en América, que no haría el tercer flotel -previsto para Barreras- ni los 14 remolcadores prometidos.

Feijóo en una de sus visitas a Peña Nieto, anterior presidente

GIRO EN LA POLÍTICA DE PEMEX
Por su parte, López Obrador ha destacado que con sus acciones el Gobierno ha generado un ahorro del 30% en los trabajos de exploración y de perforación relacionados con Pemex, hasta unos 700 millones de dólares (614 millones de euros).

Asimismo, el presidente mexicano ha destacado que se ha estabilizado la caída de la producción de Pemex, añadiendo que "bancos extranjeros con muy buena información vinieron y ampliaron créditos, bajaron tasas de interés, y eso mismo están haciendo otros bancos para reestructurar la deuda heredada en Pemex".

A principios de junio, la agencia de calificación Fitch rebajó en un escalón la nota de solvencia a largo plazo de la deuda soberana de México, hasta 'BBB+' a 'BBB', dos escalones por encima del grado especulativo o 'bono basura', mientras revisó la perspectiva del rating a 'negativa' desde 'estable', lo que deja abierta la puerta a un nuevo recorte en el corto plazo como consecuencia de las dificultades que atraviesa la petrolera estatal Pemex y la incertidumbre relacionada con las tensiones comerciales con EEUU.

En el caso de la nota de solvencia a largo plazo como emisor de Petróleos Mexicanos (Pemex), la agencia rebajó el rating hasta 'BB+' desde 'BBB-', dentro del grado especulativo o 'bono basura' y con perspectiva 'negativa'.