El mercado de los relojes se adapta a nuevas, y viejas, tendencias

Escoger un regalo de Navidad puede convertirse en la peor de las pesadillas para muchos, sobre todo si el destinatario es un hombre de gustos sobrios y poco apegado a los artigulios de moda y a presumir. Una gran alternativa en estos casos es, sin duda, recurrir a un clásico entre los clásicos, una solución que conjuga el elemento utilitario con la componente estilística; el reloj de pulsera para hombre.

Otro factor para decantarse por esta esta opción es que en muchas tiendas en línea especializadas podemos encontrar una enorme diversidad de productos de las marcas más renombradas a nuestra disposición y que pueden estar en nuestra casa en cuestión de pocos días. Productos además al alcance de casi todos los bolsillos, pues hay relojes de hombre muy sofisticados y caros -principalmente los llamados smartwatch o relojes inteligentes- pero tambien alternativas muy asequibles para cualquiera -incluso por 25 euros. 

BARATO Y VINTAGE

Entre estos productos más baratos hay una clara tendencia a recuperar los relojes digitales que estuvieron de moda en durante los años de las décadas de los 80 y 90. Eran aquellos dispositivos que con su infinidad de botones nos permitían acceder a una gran cantidad de funciones más allá de consultar hora que hora es; como cronómetro, temperatura, alarmas, calendario, cuenta atrás e incluso algún juego, aunque muy simple. Además de su conocida resistencia -algunos aún conservan hoy relojes de aquella época que funcionan al cambiarles la pila- su pujanza actual es producto de la confirmación de que en el mercado de la tecnología siempre convivirán los últimos adelantos con la nostalgia del público por el diseño vintage.

MÁS CARO E INTELIGENTE

En el segmento de los productos de alta gama, la estrella de los últimos años en sin duda el reloj inteligente o smartwatch. Aquellos dispositivos que, conectados a internet directa o indirectamente, nos permiten acceder a muchas de las características de un teléfono móvil . El ejemplo más conocido, pero no el más exitoso, es el iWatch de Apple, que se consideró un hito del sector. 

Sin embargo, las expectativas en tonro al nuevo lanzamiento de la marca de California nunca se cumplieron, en gran medida por su elevado precio. Esto llevó a que otros muchos fabricantes se subieran al carro de los smartwatch pero lanzando productos también de cuidado diseñor pero a un precio mucho más ajustado. 

Son relojes  a menudo conectados a nuestro teléfono móvil a través de un enlace Bluetooth, que de esto modo nos permiten acceder desde nuestra muñeca a funcionalidades como llamadas, escuchar música, localizamiento a través de GPS, avisos de correo electrónico y un largo etcétera. Su precio aún ronda en la mayoría de los casos  los 300 euros pero, estando atento a las ofertas, se puede comprar uno por unos 200 euros, firmado además por una marca de lujo.