"Volver a casa con miedo no es normal y no debe ser tolerado"
Cuando anunciaron clases de "autodefensa feminista" no esperaban tal reación, pero 239 se apuntaron. Ellas son las promotoras de Campus do Medo, una iniciativa de base para erradicar el temor que sufren muchas mujeres en los campus -especialmente en el Campus Sur de la USC por la noche- y en las aulas. En esta entrevista abordamos sus motivaciones, sus objetivos y sus demandas a las administraciones.
Cuando anunciaron clases de "autodefensa feminista" no esperaban tal reación, pero 239 jóvenes se apuntaron. Ellas son las promotoras de Campus do Medo, una iniciativa de base para erradicar el temor que sufren muchas mujeres en los campus -especialmente en el Campus Sur de la USC por la noche- y en las aulas. En esta entrevista abordamos sus motivaciones, sus objetivos y sus demandas a las administraciones.
acoso.
Más allá de la parte física, en las clases de autodefensa se trabaja también a nivel psicológico. Las participantes somos animadas a confiar en nosotros mismas ante cualquier situación y a confiar en nuestra fuerza y capacidad de defensa ante un ataque, puesto que el bloqueo en estas situaciones es uno de los factores más comunes que juegan en la nuestra contra a la hora de poder defendernos; no sólo importan los conocimientos físicos a la hora de enfrentarse la un agresor, sino que aprender a reaccionar y sobre todo sentirse legitimadas a hacerlo es esencial.
Además de las clases de autodefensa. ¿Qué otras iniciativas tienen en mente para el Campus do Medo?
La semana anterior llevamos a cabo otra acción, una recogida de experiencias de agresiones en distintos campus a través de unas encuestas. El miércoles estuvimos durante todo el día recogiéndolas de forma presencial con unos buzones en bibliotecas y facultades, y más tarde lanzamos también la encuesta desde las redes sociales para cubrir online. Además, imprimimos y difundimos por diferentes puntos de los campus unas pegatinas con un código QR, el cual al ser escaneado desde lo móvil redirige directamente a la encuesta.
Las historias que recaudemos se harán públicas de manera anónima (si así lo permitió su autora), ya que consideramos que visibilizar la situación es un primer paso muy importante para que se deje de normalizar, y parece que poco a poco y gracias a esta campaña vamos avanzando cara nuestro objetivo: conseguir erradicar por completo la situación de inseguridad en los Campus. Volver la casa con miedo no es normal y nunca más debe ser tolerado.
Por otra parte, seguiremos reclamando medidas a las instituciones, que son las que deben poner de su parte para solucionar este problema que lleva tantos años teniendo lugar en los campus universitarios sin que nunca se intentara remediar.
¿Qué fue lo que os motivó a dar un paso adelante y lanzaros a organizar esta iniciativa? ¿Hasta que punto influyó, de ser el caso, el éxito de las movilizaciones del #8M? ¿Se inspiraron en alguna iniciativa similar de otros campus?
La campaña Campus do Medo nace como respuesta a un problema que lleva existiendo años y formando parte del día a día de muchas estudiantes, y a al que consideramos que no se le estaba dando la atención que merecía. La falta de seguridad en los Campus Universitarios es una situación bien conocida por cualquier joven que estudie en la USC, especialmente las estudiantes que viven en las Residencias Universitarias o las que hacemos uso de las instalaciones de los campus como por ejemplo las deportivas. Las agresiones en los campus son nuestro pan de cada día.
En Curuxa (colectivo feminista no-mixto de estudiantes) decidimos reaccionar ante esto, por lo que trabajamos durante el primero cuatrimestre para establecer una base del proyecto que en febrero sacamos al público, llamando a todos los colectivos, organizaciones estudiantiles y gente independiente a participar mediante asambleas en las que se finalizó de pulir lo mismo y desde las cuales nació definitivamente la campaña ‘Campus do Medo’. Desde aquí seguimos trabajando y reuniéndonos cada semana para seguir adelante con todas estas acciones que estáis viendo y así, entre todas, poner fin a un problema que altera nuestras rutinas, nuestro día a día, y que a pesar de estar normalizado es absolutamente intolerable. Juntas estamos plantando cara al miedo.
¿Cuál es el grado de violencia sexual que hay en las aulas y en los campus gallegos? En teoría, al haber personas las que se supone cierta formación, debería existir por lo menos algún grado más de respeto a la mujer que en el conjunto de la sociedad ¿no es así?
El machismo abarca todos los sectores de la sociedad, sin influir en eso la formación profesional de los sujetos, y también se manifiesta de distintas maneras. Los hombres, sea cuál sea su grado de formación, son machistas, tienen unos privilegios dados por el patriarcado que los sitúan en una posición de poder por arriba de las mujeres, de la cual se benefician al tiempo que nos oprimen. Por lo tanto, también en estas esferas se reproducen los roles patriarcales: son ellos los que ocupan los altos cargos de las instituciones como la Universidad, se mantiene el boquete salarial, en el temario de las distintas carreras apenas se hace referencia a las contribuciones de las mujeres a sus campos, casi no hay materias enfocadas desde una perspectiva de género y se producen ataques directos hacia alumnas por parte de profesores como aconteció con Luciano Méndez, y los autores siguen sin ser castigados como merecen.
Imagen de un vídeo promocional de Campus do Medo
Son numerosos los relatos de malas experiencias, acosos e incluso agresiones sexuales en el campus sur de la USC. En esto hay muchos factores que influyen, pero uno de ellos puede ser la mala iluminación y urbanismo de la zona. Ayuntamiento y Universidad llevan años pasándose la pelota de quien debe arreglar los espacios públicos del campus. ¿Deberían ponerse las pilas y por lo menos hacer que tenga más iluminación?
Es fundamental que nuestras voces sean realmente escuchadas y que sean ellos los que tomen cartas en el asunto en vez de seguir mirando cara otro lado mientras somos atacadas diariamente.
En esta línea, tuvimos ya una reunión con el alcalde Martiño Noriega, la concejal de igualdad Marta Lois y el concejal de medio ambiente Xan Duro, donde expusimos nuestras demandas: mejoras del alumbrado público, patrullas policiales más frecuentes y eficientes, un autobús nocturno cómo lo que ya se puso en marcha en otras ciudades gallegas como Vigo, etc.
Sin embargo, y aunque sea responsabilidad de las instituciones hacer cambios reales para finalizar con esta situación, nosotros no pararemos de luchar por nuestra seguridad, visibilizando el problema y haciendo presión externa, siempre intentando mantener un diálogo con las instituciones responsables para conseguir soluciones.
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