El fuego del vertedero, que se encuentra a una distancia de menos de 500 metros de casas habitadas, fue controlado horas después de que se declarase. La compañía que gestiona el recinto dice que ni el fuego ni el humo afectaron de forma grave “a ningún núcleo de población próximo al vertedero, y no han provocado daños personales ni materiales”; los vecinos denuncian que era “insoportable respirar el humo” y que este producía un fuerte picor en ojos y garganta.