Las intensas lluvias que han caído en las últimas semanas en Galicia han llenado las reservas hidráulicas después de que se hubiesen alcanzado situaciones de prealerta por sequía y restricciones en el grifo durante la época estival. Actualmente, las cuencas gallegas tienen más agua embalsada que hace un año y rozan la media que se ha alcanzado en la última década.