La práctica de escalar edificios sigue ganando popularidad. Desafía las normas tradicionales de la escalada al trasladarse a entornos urbanos, donde se busca conquistar rascacielos, puentes, etc.. A menudo promocionada en redes sociales, refleja una combinación de valentía, habilidad física y, a veces, una polémica búsqueda de notoriedad. Esto es lo que ha sucedido precisamente hoy en Barcelona.