Son tantas las variables políticas en las que nos movemos, que nadie sabe, ahora mismo, que quedará del Estado constitucional del que todos disfrutamos dentro de unos pocos años.
El Consejo de Europa apela al respeto del orden constitucional español, porque lo contrario lleva al "desastre". Borrell agradece el apoyo y lamenta que la Diada se convierta en una "apelación a la independencia".
Solo un escenario semejante supera esta maldición independentista: la programación de TV3, que nos martiriza a cada instante con las campañas de los presos, la república inconclusa, y los mítines de los buenos catalanes.
El ya fallecido Papa Juan Pablo II dejó para la historia una frase memorable: "Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso".
¿Volveremos a ver a la derecha española y a la catalana abrazadas de nuevo en el Majestic?
Con ese panorama encima de la mesa, los Jordis continuarán aguantando a Los Gordos, y Junqueras y sus compañeras y compañeros hinchándose de leer libros en Estremera y Alcalá Meco.
Por cierto, president, vuelva a casa, que ya bastante daño ha causado a los suyos y a sus familias.
El domingo hubo segunda parte, y allí en plena calle el que triunfó fue el pasodoble, en el que Paquito el Chocolatero fue el rey de la fiesta.
Total, otro día más perdido para la reconciliación entre catalanes de uno y otro signo político.
La decisión de celebrar este jueves un pelno monográfico es consecuencia de una solicitud registrada este lunes por JxSí y la CUP.
Desde el ministerio sostienen que la rebaja de las previsiones comunicadas a Bruselas es solo por la incertidumbre.
Puigdemont, no tengas ninguna duda, la Justicia hará su trabajo y mucho me temo que no te va a gustar. A mí, en cambio, me da confianza.
"En esa España mejor que todos deseamos estará también Cataluña", manifiesta el monarca, que reprocha la "conducta irresponsable" a la Generalitat.
El portavoz de ERC dice que el referéndum ilegal vale para "el resto de naciones sin Estado de ese país de países llamado España".
Carles Puigdemont y su Gobierno han desobedecido la legalidad constitucional, que es patrimonio de todos los demócratas españoles, patrimonio del conjunto de ciudadanos libres del Reino de España.
Felipe VI se refiere al desafío independentista, convecido de que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra de la convivencia".
El presidente asume que será inevitable, pero reclama "serenidad". "El inmovilismo no es la solución", le reprocha Rivera.
Responde a la petición de Rajoy antes de que el presidente reúna a los ministros tras recibir a Pedro Sánchez en la Moncloa.