Diversos estudios han demostrado que la violencia de género no afecta por igual a todas las mujeres. En zonas con mayor nivel de precariedad, las víctimas se encuentran con más barreras para denunciar y salir de la espiral de violencia. La dependencia económica de la pareja, el miedo a quedarse sin hogar, la falta de empleo o de redes de apoyo son algunos de los factores que perpetúan la violencia en estos entornos