Tráfico realizará esta semana una campaña especial de vigilancia y control de autobuses escolares
La Dirección General de Tráfico (DGT), desde este lunes y hasta el próximo viernes 24 de enero, pone en marcha una nueva campaña especial de vigilancia y control centrada en el transporte escolar "dada la importancia que tiene la seguridad vial en el transporte de viajeros en general, siendo más trascendente aún en el vinculado al ámbito escolar", según ha informado al DGT.
En estos cinco días, tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como los de las policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la campaña, vigilarán especialmente que estos vehículos circulen a la velocidad permitida y que sus conductores no hagan uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción, ya que los siniestros más habituales en los que se ven involucrados los autobuses escolares están causados principalmente por circular a una velocidad inadecuada o por distracciones.
También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores. Además, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados.
Igualmente, se intensificarán las inspecciones sobre estos vehículos, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio.
Verificarán también, que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo sean los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
En la última campaña de vigilancia y control sobre el transporte escolar que se llevó a cabo entre los días 18 y 22 de noviembre del año pasado, fueron controlados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil casi 3.800 vehículos de este tipo, de los cuales el 48,7% fueron denunciados por incumplir algún precepto de la normativa.
El grueso de las denuncias, casi seis de cada diez, correspondió, como viene siendo habitual en las últimas campañas, a irregularidades administrativas, por no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar y por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada, tal y como exige la ley.
Además, dos de los conductores de transporte escolar controlados durante la campaña dieron positivo en los controles preventivos de alcohol realizados por los agentes, 18 lo hicieron a otras drogas y, además, cuatro fueron sancionados por incumplir los límites de velocidad establecidos, razones que justifican seguir interviniendo, tal y como identifica la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, en aras a la "tolerancia cero con comportamientos de riesgo".
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