La mafia albanesa conquista Galicia: pilotos casi muertos de hambre y miedo a la gjakmarrja
Escondieron una planeadora en una playa con una lona, navegaron hasta Azores en medio de temporales durante 18 días y no vigilaron el entorno de la descarga en Vilanova de Arousa. Los detalles de la operación de Vilanova de Arousa y las declaraciones de jefes policiales prueban que el Clan de los Balcanes está desplazando a los narcos gallegos a base de temeridad, capacidad de intimidación y dinero, muchísimo dinero, procedente del tráfico de heroína, su nicho habitual.
La reciente operación fallida en la ría de Arousa ha sacado a la luz el alcance y la organización de la mafia albanesa -también conocida como el Clan de los Balcanes dado que también participan ciudadanos serbios a menudo de etnia albanesa- en Galicia. Este grupo criminal, conocido por su hermetismo y capacidad de adaptación, ha establecido una compleja estructura para el tráfico de drogas, combinando logística terrestre y marítima en una escala que no está al alcance de ningún narco gallego.
.La compra de planeadoras en el mercado negro de Galicia y la negociación directa con proveedores sudamericanos al otro lado del Atlántico forman parte de un engranaje que, como prueba las detenciones en Rego do Alcalde (Vilanova) el 15 de enero, incluye viajes de alto riesgo a alta mar y solo las mínimas colaboraciones con estructuras locales.
Así, los albaneses implicados llegaron a navegar 1.800 millas hasta el sur de las Azores en las previsibles condiciones extremas del invierno del Atlántico gallego, enfrentándose a temporales y olas de cinco metros, según relataron fuentes policiales a La Voz.
Tras nueve días de espera en alta mar, recibieron un alijo de cocaína de un barco nodriza. El retorno a Galicia resultó aún más dramático: pérdida de suministros, signos de inanición y, finalmente, la detención de los cuatro tripulantes y tres colaboradores en tierra in fragantti en Vilanova.
Una detención que, por cierto, sorprendió a los policías españoles. Temerosos de los posibles controles de contravigilancia, decidieron hacer el seguimiento de la descarga muy lejos. Sin embargo, pudieron llegar a Rego do Alcalde para las detenciones sin ser detectados. La mafia albanesa -tanto los embarcados como los encargados de recoger los fardos en la playa eran balcánicos- no había puesto contravigilancia. Otra prueba más de que están dispuestos a correr mucho más riesgos que los narcos del país, lo que los hace más vulnerables pero también, potencialmente, más eficaces.
Presencia albanesa en Galicia desde hace varios años
Según Emilio Rodríguez, jefe de los Greco de la Policía Nacional en Pontevedra, los albaneses han intentado operar de forma autónoma en Galicia, aunque en ocasiones se apoyan en personal local para tareas menores.
Rodríguez destacó a Diario de Pontevedra que, en 2023, se interceptó el pesquero Bestazurra, ocupado por una tripulación albanesa, y más tarde el Mathiew, un barco con una tripulación 100% albanesa que partió de Guyana con destino a Galicia.
"No es anecdótica su presencia aquí. Han intentado botar lanchas desde Vilanova en al menos dos ocasiones, demostrando que tienen una estructura capaz de recibir droga en alta mar de forma cíclica", explicó en referencia a las detenciones que fueron precedidas por el descubrimiento a finales de 2024 de una lancha abandonada justo en la misma zona. Esto permitió a la policía localizar otra embarcación, ponerle una baliza de seguimiento y controlar el desembarco el 15 de enero.
Los gallegos pueden perder su rol de transportistas de referencia
¿Qué papel le queda al narco gallego en este mundo cada vez más internacional? Parece que secundario como, por otra parte, lo ha sido siempre.
Salvo casos contados, como las organizaciones vinculadas a Sito Miñanco, pocos han sido los clanes del país capaces de alguna vez montar una operación que implicase comprar la fariña en Sudamérica, transportarla de costa a costa y enviarla por Europa adelante. Básicamente, el rol tradicional del narco gallego ha sido el de transportistas de los estupefacientes entre los barcos nodrizas y los almacenes de las mafias colombianas o los clientes de los sudamericanos en Europa. En eso llevan años demostrando ser confiables, de ahí que reciban encargos de mafias de ambos lados del charco.
Con todo, operaciones como la de Vilanova -con una mínima huella local, a penas el alquiler a una furgoneta a un pontevedrés con antecedentes y la sospecha que lancha y motores se compraron a las mafias oriundas- indican que incluso este papel podría estar amenazado por los albaneses y serbios, grupos que tienden a organizar ellos todo el proceso con la mínima interacción posible con otros actores.
Por ejemplo, en la última operación en la ría de Arousa, los albaneses contaron con apoyo gallego para botar una lancha, pero los alijadores eran también de origen balcánico.
El peligro del Balkan Cartel: besa y vengaza
Las mafias albanesas forman parte del Balkan Cartel, una de las organizaciones criminales más poderosas de Europa. Este cartel tiene una presencia cada vez mayor en España, especialmente en Galicia, Levante y Cataluña. Los expertos señalan que los albaneses son capaces de competir con las grandes organizaciones mexicanas, gracias a su capacidad financiera y su sofisticación operativa.
Alberto Morales, jefe de la Brigada Central, subrayó que los albaneses operan bajo el paraguas del Balkan Cartel, una organización que rivaliza en poder con los cárteles mexicanos. "Son los únicos que tienen tanto el efectivo como la capacidad para superar al resto de organizaciones europeas. Han pegado el salto a Latinoamérica, donde crean empresas y logística para el tráfico de cocaína", detalla Morales.
Las organizaciones criminales albanesas han desarrollado una estructura compleja para el tráfico de cocaína. Adquieren embarcaciones de alta velocidad, negocian directamente con los proveedores en Sudamérica y establecen bases logísticas en España.
El concepto de besa (palabra de honor) es central en su cultura. Romper este código puede resultar en represalias extremas. La besa establece una serie de normas y valores que deben ser respetados por todos aquellos que la han jurado. Entre ellos se encuentran la lealtad, la discreción, la violencia en defensa del grupo y la venganza contra aquellos que traicionen la confianza. La venganza, conocida como gjakmarrja en albanés, es una práctica arraigada en la cultura albanesa y se aplica a aquellos que traicionan la confianza de sus compañeros.
Según los expertos, este grupo supera en capacidad a otras organizaciones europeas y compite directamente con los cárteles mexicanos. “El español ha pasado a ser un peón al servicio del serbio o el albanés”, explican fuentes policiales, destacando el carácter hermético y la autonomía de estos clanes.
Aunque su base principal está en Albania y Kosovo, tienen una presencia significativa en otros países europeos, como el Reino Unido, Alemania, Colombia y los Países Bajos. Algunas operaciones se coordinan a través de la dark web, donde pueden comerciar drogas y otros bienes ilegales de manera anónima. En algunos casos, han logrado infiltrarse en instituciones gubernamentales y policiales para proteger sus operaciones.
La mafia albanesa es una de las organizaciones criminales más eficientes en el mundo del narcotráfico. Su combinación de temeridad, violencia, disciplina y adaptabilidad les ha permitido expandirse en un entorno altamente competitivo y peligroso. Desgraciadamente, los arrestos de Vilanova y los de Vigo unas semanas antes confirman que Galicia parece que se está convirtiendo en su última conquista.
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