Muface llega a su fin: DKV renuncia al concierto como Adeslas y deja totalmente sola a Asisa

Pese a la sustancial mejora de la última licitación del Gobierno de España para mantener el concierto de la Muface que da cobertura sanitaria a 1,5 millones de funcionarios, las condiciones ofrecidas a las aseguradoras no han sido lo bastante seductoras como para que presenten una oferta. Desde Adeslas ya anunciaron nada más publicar el segundo intento del Ministerio de Sanidad que renunciaban a participar, y DKV, que hace unos días mostraba sus recelenos pero decía estudiar los pliegos, acaba de sentenciar al sistema a su desaparición luego de afirmar que también se descuelga de la propuesta.

Esto deja sola a Asisa como la única que podría presentar una alternativa, aunque resulta difícil pensar que por ella sola podría asumir el contrato que hasta la fecha venían prestando las tres firmas. Los motivos de DKV son puramente económicos, según aducen fuentes de la compañía, que cifran sus pérdidas en el último año antes de impuestos por encima de los 70 millones de euros.

NÚMEROS ROJOS

En este sentido, critican que la propuesta del Gobierno central está "infrafinanciada", por lo que los números rojos resultan inasumibles para DKV. "El modelo está infrafinanciado, ya que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sido sustancialmente superior a la prima que ha recibido", esgrimen.

"En los últimos diez años, el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras ha aumentado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface ha crecido tan solo un 31,6%, apenas la mitad del incremento", abundan desde DKV, donde su consejero delegado, Fernando Campos, indica que su compañía "no puede permitirse continuar con estas condiciones, ya que repercutirían en un empeoramiento de la atención a los mutualistas y en que persista la retribución insuficiente de los profesionales sanitarios".

No obstante, en lo que sí reiteran desde DKV es que mantienen viva su apuesta por las colaboraciones público-privadas, tal y como han reiterado en el último año con las propuestas para tratar de salvar el modelo, para el que pedían convenios de un año y una subida del 40% de la prima, entre otras cosas. Sin embargo, dicen que resulta "insuficiente" en su intención de "equilibrar ingresos y gastos".

PLAZOS CLAROS

Tal y como detallaba ayer Galiciapress, los mutualistas tienen hasta el próximo 31 de diciembre para realizar el cambio de médico y pasarse a la sanidad pública. La idea es que, si hay cambios, puedan revertir esta decisión y volver al concierto si sale adelante, algo que solo sería posible si Asisa lanza una respuesta antes del 15 de enero, fecha en la que concluye el plazo marcado por la administración pública, o si el Ministerio de Sanidad lanza un tercer intento mejorando las condiciones.

Esta última alternativa, aunque improbable, podría salvar la Muface, hoy condenada a su desaparición para malestar del millón y medio de funcionarios que disfrutaban de ella. En cualquier caso, disponen todavía de cobertura hasta el próximo 31 de marzo, tal y como ordenó el Gobierno al aprobar la prórroga.