El tratamiento con edición genética CAR-T reduce el riesgo de cáncer secundario
La terapia CAR-T consiste en modificar las células T extraídas del paciente y reinyectarlas. Las células modificadas están programadas para atacar y destruir las cancerosas. El nuevo enfoque es un avance clave contra el cáncer al aprovechar la potencia de nuestro sistema inmunológico. Además, una nueva investigación ha demostrado que los casos de recaída son menos frecuentes que con otras técnicas.
Un estudio realizado por la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) ha arrojado luz sobre la escasa ocurrencia de segundos cánceres después de la terapia con células CAR-T. Se llevó a cabo un análisis exhaustivo de más de 400 pacientes tratados en el Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania, identificándose un solo caso de linfoma incidental de células T en un ganglio linfático, sin expresión del gen CAR, en un paciente que desarrolló un tumor pulmonar secundario tras la terapia CAR-T.
La terapia CAR-T, una forma pionera de inmunoterapia personalizada, ha tratado a más de 30.000 pacientes con cáncer de sangre en los Estados Unidos desde su aprobación en 2017. Aunque algunos pacientes han experimentado remisiones duraderas, la terapia se ha enfrentado a la preocupación de posibles segundos cánceres, llevando a la Agencia Americana del Medicamento (FDA) a investigar casos notificados en noviembre de 2023.
En enero de 2024, la FDA exigió a los fabricantes de fármacos agregar una advertencia de seguridad en los productos CAR-T, aunque la relación causal con los segundos cánceres aún no está confirmada. La Universidad de Pensilvania, líder en terapia CAR-T, asegura una vigilancia a largo plazo y participa en bases de datos nacionales para evaluar la seguridad y resultados de estas terapias.
De los 449 pacientes tratados entre enero de 2018 y noviembre de 2023, solo 16 fueron diagnosticados con un segundo cáncer después de recibir terapia CAR-T. La mayoría eran tumores sólidos como cáncer de piel, próstata y pulmón. El análisis molecular de un caso de tumor pulmonar secundario reveló la ausencia del gen CAR en un linfoma de células T, desvinculando claramente el cáncer de la terapia CAR-T. El BioBanco de Terapia Celular y Trasplantes de la universidad facilitó estos estudios.
Los investigadores destaca la importancia de sistemas de seguimiento a largo plazo para entender los riesgos y beneficios de nuevas terapias contra el cáncer, subrayando el compromiso continuo de Penn Medicine en la investigación para mejorar la eficacia de la terapia CAR-T y comprender integralmente los riesgos asociados.
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