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El SERGAS condenado tras insistir médicos en parto vaginal causando infarto cerebral a un bebé de Pontevedra
Las cesáreas tardías pueden aumentar el riesgo de hipoxia en el recién nacido. La hipoxia es una condición en la cual el bebé no recibe suficiente oxígeno durante el parto. Cuando una cesárea se retrasa más allá del tiempo adecuado, puede haber complicaciones que afecten la oxigenación del bebé. Esto es precisamente lo que le pasó a un recién nacido en Montecelo, Pontevedra.
El bebé pudo experimentar una disminución del flujo sanguíneo y la presión arterial, lo que pudo conducir a una reducción del suministro de oxígeno; hipoxia que no se hubiera producido con una cesárea realizada en el momento apropiado, según estima la Justicia.
El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Santiago ha estimado parcialmente un recurso interpuesto por una familia y ha condenado al Sergas a indemnizarlos en 170.000 euros por mala praxis durante un parto en el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, en el que el bebé sufrió un infarto cerebral que le dejó secuelas.
Según se recoge en la sentencia, la familia, representada por el letrado Alfonso Iglesias, presentó un recurso contra la resolución de la Consellería que desestimaba su reclamación patrimonial, y el juzgado la ha estimado parcialmente.
CESAREA A ÚLTIMA HORA
Los hechos se remontan a junio de 2018, cuando la mujer, de 39 años, ingresó para la inducción del parto en el Hospital de Pontevedra, tras un embarazo normal. Tras varios intentos de parto vaginal, con el uso de ventosas, se indicó una cesárea urgente.
Así, nació una niña de algo más de 3 kilos de peso, cuyos datos de PH en cordón umbilical e índice Apgar reflejaron síntomas de hipoxia. A las pocas horas, la bebé fue trasladada al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo donde, tras la realización de pruebas, se detectaron signos compatibles con un infarto cerebral.
INSISTENCIA EN PARTO VAGINAL
En la sentencia, la jueza señala, entre otras cosas, que no consta que se hubiera controlado el bienestar fetal en la última hora del parto y señala, según han explicado los peritos, que la insistencia en el parto vaginal provocó que la cabeza del bebé quedase encajada en la pelvis de la madre. Así, "la cesárea debió indicarse antes" y los intentos de extracción con ventosas "fueron muy traumáticos".
Por estos hechos, establece que el Sergas debe indemnizar a la menor en 140.000 euros, a su madre en 20.000 euros y a su padre en 10.000 euros.
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