"Los médicos están tan hartos que ya ni pagándoles más" dice CESM tras convocar huelga indefinida en el Sergas
Hablamos con el representante del sindicato convocante sobre los motivos de esta movilización que llegará además en época preelectoral. El presidente de la Xunta cree que aún hay tiempo para evitar el que sería el primer paro en la sanidad pública gallega tras la pandemia. ¿Qué opina CESM?
La sanidad gallega se enfrenta a una huelga indefinida a partir del 11 de abril después de la convocatoria de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM), que llama a la movilización para denunciar la falta de médicos y por la generalización del complemento específico.
El secretario xeral de CESM Galicia, Enrique Marra-López, atiende a Galiciapress para enumerar los motivos del sindicato para convocar la huelga tras varios intentos infructuosos de negociar cambios con la Xunta.
El 11 de abril, y si nada lo remedia, los profesionales de la sanidad gallega están llamados a la huelga, convocados por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Galicia, que ayer anunció la decisión que afecta a toda la Atención Primaria, a la Atención Hospitalaria al Centro Coordinador FPUS-061 y a las Bases Medicalizadas de las USVA.
La respuesta de la Xunta al paro indefinido la dio ayer el presidente Alfonso Rueda después de la reunión del Consello de la Xunta, invitando a CESM a compartir su posicionamiento con los demás sindicatos y a cumplir con lo acordado en la Mesa Sectorial, de la que CESM no forma parte pese a tener una importante presencia entre los médicos, especialmente en lo referido al cuerpo superior.
Pese a que la Xunta parece dar la imagen de que la convocatoria los ha pillado por sorpresa, lo cierto es que la posibilidad de una huelga indefinida sobrevolaba sobre la comunidad desde hace un tiempo. Enrique Marra-López, secretario xeral de CESM Galicia, matiza que hay que remontarse a “finales de verano” para descubrir los primeros indicios de esta huelga.
“NOS TOMARON EL PELO”
“Intentamos varias reuniones que fueron infructuosas. En diciembre mandamos una carta al presidente de la Xunta advirtiendo que si no nos reuníamos iba a desembocar en un conflicto. Al final nombró como interlocutores a gente del SERGAS, de Recursos Humanos, y en la primera reunión estuvo presente el director asistencial”, relata Marra-López. En ese primer encuentro el sindicato presentó sus propuestas “en un tono normal”, pero en el segundo encuentro solo son atendidos por Ana Comesaña y Margarita Prado, responsables de recursos humanos y, por tanto, más dispuestas a abordar el encuentro desde un punto de vista “más jurídico”.
“Encima nos dijeron que no habían recibido las propuestas que les trasladamos”, recuerdan desde el sindicato. “Nos habían tomado el pelo en la segunda reunión”, reprocha a una Xunta dedicada a “poner parches” con las “medidas estrella” que anunciaba Rueda y que no corregían la “reforma estructural profunda” que necesita el SERGAS, desde el sindicato se vieron abocados a la convocatoria de la huelga por una “situación insalvable”.
“El ambiente está muy caliente en muchos círculos sanitarios”, valora Marra-López, que ve en la Xunta la voluntad de hacer cosas pero que “llega muy tarde”. En ese sentido insiste en que lo principal es acometer una “reforma de como funciona la Atención Primaria” para poder ofrecer “verdadera calidad asistencia a los pacientes”. “Este ritmo de trabajo actual no está siendo bueno ni para ellos ni para los facultativos”, lamenta por la sobrecarga laboral que están sufriendo inmediatamente después de la pandemia, donde se les requirió un esfuerzo extraordinario.
"Se acabaron los aplausos y homensajes en los balcones. Somos trabajadores y tenemos que ser respetados como los demás, con condiciones laborales dignas y adecuadas"
Desde CESM admiten como válida la tesis de la Xunta de que “no hay médicos”, pero creen que “si se mantienen las mismas plantillas para hacer mucho más trabajo, ese trabajo se más hay que pagarlo a mayores”, y no con “aplausos y homenajes en balcones”. “Eso se acabó, somos trabajadores y tenemos que ser respetados como los demás, con condiciones laborales dignas y adecuadas”, censura.
“LA GENTE QUIERE VER A SU MÉDICO, NO LLAMADAS TELEFÓNICAS”
En las últimas horas el sindicato ha recibido muchas llamadas de apoyo, pero admiten que no todos han acogido igual de bien el anuncio, que tuvo lugar apenas quince días después de la manifestación multitudinaria en defensa de la sanidad pública que tuvo lugar en Santiago de Compostela el pasado 12 de febrero.
“Las huelgas nunca son un objetivo, sino un instrumento para conseguir algo. El gran éxito sería no llegar a la huelga”, condiciona el sindicato, abierto a llegar a un punto de encuentro que no obligue a llegar a ese extremo.
No obstante, inciden en que la gran demanda en la sanidad gallega es “que la gente pueda ver a su médico y que le atienda”. “No demandan edificios médicos, no demanda aparatos nuevos, no demanda llamadas telefónicas, las consultas telemáticas…todo eso pasa porque los recursos humanos sean adecuados”, razona.
Desde CESM no tienen cifras concretas sobre el déficit de profesionales sanitarios que presenta el SERGAS, pero existe la evidencia de que “la gente se está marchando”, un problema derivado de la “falta de previsión de las administraciones públicas”. “Los políticos se tiran los tratos a la cabeza y en medio estamos los profesionales y los pacientes. Este tema no se planificó, ni en Galicia ni en el resto del Estado, porque todos están con el mismo problema. Estamos todos igual de mal y en 2008, con la crisis, tendrían que haber empezado a buscar solución”, recapitula.
JUBILACIÓN A LOS 72 AÑOS Y COMPLEMENTO ESPECÍFICO
“Los que estamos podríamos asumir esa sobrecarga asistencial siempre que se abra un futuro esperanzador. Pero nos hemos cansado. No se ofertan plazas de larga duración, no se crean las plazas necesarias…”, critica Marra-López, al tiempo que incide en aspectos positivos como el proceso de estabilización “que parte del Gobierno central por normativa europea”. La propuesta en Galicia, en cambio, ha girado en torno a retrasar la edad de jubilación hasta los 72 años.
“Antes nos mandaban a casa cuando cumplíamos 65 años y por eso perdimos un montón de profesionales que podrían haber seguido”, incide. El escenario, admite el galeno, ha cambiado mucho, y ahora “la gente quiere quitarse de en medio lo antes posible”, producto del cansancio crónico que padece toda la plantilla de los sanitarios.
Con todo, desde CESM son sensibles con la propuesta de retrasar la edad de jubilación, pero subraya que debe ser “un tema flexible” y tratado detenidamente a nivel estatal. Al tiempo, destaca que las guardias “no contabilizan a la hora del tiempo de jubilación”, un aspecto que lastra a miles de facultativos y que sí se contempla en otros sectores.
Este capítulo entronca directamente con otra de las grandes reclamaciones del sindicato, que es la generalización del complemento específico, un tema en el que Marra-López invita a detenerse por las confusiones que ha podido generar este debate. “No es lo mismo el tema de la incompatibilidad que el complemento específico”, enuncia.
CESM explica que el complemento específico “nace de una norma estatal” en el que se pueden remunerar “hasta seis conceptos diferentes”, pero que en el caso de Galicia “dedican íntegramente a la exclusividad”, negando el complemento a los profesionales que no se dedican en exclusividad al sector público. “Lo lógico es que la exclusividad tuviese un peso, pero no del 100%”, denuncian, por lo que piden readaptarlo con un “complemento específico desglosado en el que se cobren los otros conceptos”.
Pese a todo, salta en este punto el tema de la incompatibilidad, una medida que ha relajado el SERGAS con “una jugada mágica” producto de las “reuniones con los colegios médicos y otras entidades” y que, al entender de Marras-López, responde “a los intereses de los directivos de los hospitales privados y del propio SERGAS, que se han quedado sin médicos”.
“No queremos que se modifique la Ley de Incompatibilidades, que no entiendo cómo son capaces de flexibilizarla, algo que en todo caso debería hacerse en Madrid, pero aquí nadie va a poder cobrar el complemento específico cuando nada tiene que ver con la exclusividad”, reprende.
"Llega un momento en el que es: ‘Dinero sí, pero tienes que darme unas condiciones que me permitan mantener mi salud’. No se imaginan la gente de la de médicos de baja por burnout…"
Además de la flexibilización, la Xunta también anunció otra medida de calado como la creación de una bolsa de voluntarios para trabajar en los Puntos de Atención Continuada en el área de Pontevedra, a la que apuntaron menos de una veintena de profesionales. “En Pontevedra la situación era muy peliaguda. El nuevo gerente intentó buscar médicos hasta debajo de las piedras. El planteamiento era ofertarles una remuneración mucho más potente”.
Sin embargo, el hecho de que se hayan apuntado tan pocos, escenifica el hartazgo de los sanitarios. “La gente está tan harta que ya ni pagándoles más. Llega un momento en el que es: ‘Dinero sí, pero tienes que darme unas condiciones que me permitan mantener mi salud’. No se imaginan la gente de la de médicos de baja por burnout…”, se queja Marras-López. Cada vez son más los médicos afectados y cada vez más jóvenes, extenuados por una carga de trabajo y una precariedad que cada día van a más.
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