Aparece una almeja gigante en la ría de Pontevedra
Encontrada por un buceador que buscaba navajas en el fondo de la ría
Un sumergido que iba la búsqueda de la navaja encontró una almeja con unas dimensiones nada habituales. Habitaba enterrada en el fondo marino entre la isla de Tambo y Raxó, en el ayuntamiento de Poio, cuando fue descubierta Rogelio Bellón, empresario para lo cual trabaja el buceador que encontró la almeja, cuenta que "estaban trabajando en Tambo y acaso pasó el barco de pasajes que sale de Combarro y debió remover y, al remover, él se acercó para ver si había navaja y en ese momento miró la almeja, la cogió y nos la trajo para vela". Cuando la pesaron y la midieron en la lonja de Campelo, en Poio, comprobaron que pesaba 4 kilos y medía 35 centímetros.
Cuenta Rogelio Bellón que "nunca vieron una almeja tan grande y por eso llamaron al biólogo para que la había visto". El biólogo le puso nombre científico, 'panopea', un molusco muy difícil de ver porque vive enterrado a más de un metro de profundidad y no es nada habitual que salga a la superficie, cuando esto ocurre no son capaces, por sus dimensiones, de hacer un agujero para volver a enterrarse.
Suelen aparecer cuándo se mueve el fondo del mar por una tormenta o por una excavación. En este caso ni una cosa ni a otra, apareció sin motivo aparente. La almeja permanece por el momento en el acuario de la lonja de Campelo que ya se convirtió en un lugar de atracción y visita obligada para los más curiosos.
En breve la devolverán al mar, y para que la historia tenga un final feliz, todos esperan que pueda volver a enterrarse.
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