Manuel Pérez (FEVEGA): "Galicia puede recibir una oleada de venezolanos si se mantiene la dictadura de Maduro"

Galicia ha sido históricamente una comunidad marcada por la emigración. El número de gallegos emigrados a lo largo del siglo pasado se cuentan por decenas de miles. Toda casa tenía a un familiar o conocido ganándose la vida en algún país lejano. Muchos de ellos se marcharon a Venezuela en busca de las oportunidades que no encontraron en casa. Con los años algunos retornaron, otros echaron raíces allí y son sus descendientes los que ahora regresan a Galicia, la tierra de sus padres o sus abuelos, que los acoge en un momento muy delicado para el país sudamericano, que vive una crisis política que, poco a poco, parecer tornarse en una crisis humanitaria. 
 

Desde hace más de una década, la Federación Venezolana de Galicia (FEVEGA), formada por ocho asociaciones, es refugio para muchos emigrantes retornados y para todos los venezolanos que intentan iniciar una nueva vida en España. En sus oficinas asesoran y resuelven todas las cuestiones que les acercan los venezolanos migrantes, muchas de ellas relacionadas con la búsqueda de empleo, donde FEVEGA trata de ayudar con su formación e inserción laboral y, especialmente, con un aspecto que afecta tanto a extranjeros como nacionales: la vivienda.  
 

“El emigrante retornado cuando regresa tiene el camino un poquito más fácil porque normalmente tiene raíces aquí, tiene alguna casita del abuelo en la aldea o tiene algún pisito que le dejó el padre. Pero el problema del alquiler lo tenemos tanto los nacionales como los de fuera”, dice Manuel Pérez, presidente de FEVEGA. Pérez explica que muchos llegan por recomendación de amigos o familias que los ayudan a dar los primeros pasos.  

El problema llega con las inmobiliarias: “Te piden contrato de trabajo y seguro de alquiler. El aval, el problema de dinero, se puede resolver. Pero, ¿dónde consigues quién te alquila un piso? ¿Quién te lo alquila? No te lo alquila nadie”. Sin contrato y sin historial para que un seguro avale al alquilado, muchos se encuentran perdidos en esta situación, y FEVEGA sirve como puente y ayuda, siendo interlocutores con inmobiliarias o “con propietarios no tan exigentes”. “Pero hablamos de 5% del volumen total del alquiler, es muy pequeño”, lamenta Pérez, que afortunadamente cuenta con la ayuda de ONGs como Accem para tratar de dar respuesta a todos aquellos que piden asilo humanitario.

“TENER A MONEDERO DE OBSERVADOR NO ES GARANTISTA”

Precisamente la del asilo humanitario es una figura que puede ser estudiada en estos momentos por muchos venezolanos que, en el contexto actual del país sudamericano, pueden ver la emigración como una salida para escapar del régimen chavista ahora que el Gobierno de Maduro está, una vez más, bajo la lupa de una buena parte de la comunidad internacional después de las polémicas elecciones celebradas el pasado julio y que arrojaron unos resultados que podrían tildarse de “sospechosos” al no existir, como dice Pérez, “garantías democráticas por parte de los observadores”. 

“No fueron observadores internacionales de países democráticos. Fueron observadores españoles partidos como Podemos. Creo que tener a Monedero de observador no es un garante para la colonia venezolana”, reprende Pérez, que considera que en el caso del exfundador de la formación morada pueden verse motivaciones “partidistas” cuando deberían haber realizado ese cometido “organizaciones que tienen más fuerza institucional”.

Mención aparte merece todas las dificultades que encontraron los venezolanos fuera del país para poder participar en los comicios. “Somos casi ocho millones de venezolanos por el mundo, pero solo tuvieron derecho al voto unos 50.000”, indica Pérez, criticando las limitaciones impuestas por el Gobierno de Maduro y que impidieron a una gran mayoría poder hacer uso de ese derecho. 

Este fue el caldo de cultivo ideal, dice Pérez, para el amaño electoral. “Maduro saca un resultado electoral sin ningún tipo de aval, y dice que él es el ganador de las elecciones. La oposición, que está acostumbrada a este tipo de prácticas del gobierno bolivariano de Venezuela, que es dictatorial como todos lo sabemos, recurre a los testigos de mesa, a los que el régimen puso muchas trabas, pero que pudieron tener copias de las actas de las mesas electorales”, dicen desde la organización sobre las actas entregadas a María Corina Machado, líder de la oposición a Maduro junto a Edmundo González, donde quedaría probado que González habría conseguido los apoyos suficientes para alcanzar el gobierno de la nación. 

“Se pueden consultar esas actas. Maduro no las ha presentado y se las ha solicitado el mundo entero. Dice que es el ganador y manda orden de prisión al presidente electo de Venezuela, que ha sido reconocido por el Congreso de los Diputados y por el Parlamento de Galicia”, abunda Pérez sobre un movimiento que puede inflamar más los ánimos de Maduro, lo que a su vez plantea dudas sobre la idoneidad de esta declaración por parte de las administraciones públicas.

INTERESES, DETENCIONES… 

Para Pérez el gesto es muy significativo y sirve para posicionar a España, que “se está jugando parte del reconocimiento” porque “para un gobierno dictatorial cualquier adversario a sus decisiones es automáticamente un enemigo”. 

“Con este tipo de reconocimientos a Edmundo González, Venezuela pasa a considerar a España un país enemigo”, explica el presidente de FEVEGA, lo que está estrechamente relacionado con la detención de dos ciudadanos españoles acusados de conspirar contra Maduro y de pertenecer al CNI, algo que ha negado la propia inteligencia española. 

Pérez duda de que los arrestados sean realmente espías porque “no serían tan tontos de llegar al aeropuerto para que los metan presos”. Lo que queda claro es que hoy Venezuela no es un país seguro para hacer turismo. “Si quieres hacer turismo de aventuras y con final complicado recomiendo Venezuela”, ironiza Pérez, al tiempo que apostilla que “no es momento de viajar a Venezuela” porque, en estos momentos, “es como ir a la Franja de Gaza”. 

Por otra banda, esta clase de noticias sobre arrestos indiscriminados y teorías de la conspiración no son una novedad para la comunidad venezolana. “Estamos en un problema grave, estamos en un problema de persecución y hay que considerar que, lamentablemente, el gobierno venezolano necesitará a ciertos ciudadanos, sobre todo españoles, para usarlos como moneda de cambio. Y eso es lo que hacen. A mí no me sorprende nada de eso. Yo sé, como todos sabemos los venezolanos que vivimos en el exterior, que este tipo de acusaciones son infundadas”. ¿Podemos esperar más titulares en este sentido? “Creo que sí”, avanza Pérez si se mantiene el flujo de españoles viajando a Venezuela. 

“A veces se paga un precio y España tiene muchos intereses e inversiones en Venezuela. Existen muchos vínculos, sobre todo con Galicia, por las empresas, los bienes, un nivel de arraigo… Pero, como país demócrata, ¿qué haces? ¿Apoyas a Maduro o peleas por la verdad? Las instituciones internacionales tienen que ser instituciones serias, los países tienen que ser serios, y yo creo que es un deber de todos los países serios y demócratas defender la democracia en el mundo. Tiene un coste, sí, pero estamos luchando contra una dictadura”, expone Pérez.

UNA RELACIÓN HISTÓRICA CON VENEZUELA

Las noticias que llegan desde el otro lado del Atlántico no son nada positivas y muchos ciudadanos prefieren guardar silencio, en gran medida por el miedo a ser perseguidos por sus opiniones políticas en medio de un clima de absoluto terror contra los opositores a Maduro. 
 

Pérez, con familia y amigos todavía en el país después de muchos años ya afincado en Vigo, describe un país en el que “nadie quiere hablar, no quieren saber nada de política porque por una foto en el móvil pueden llevarte preso”. “Desde las elecciones han sido ya más de 2.000 detenidos, a lo mejor solo por estar ese día en la mesa electoral”, cifra Pérez.
 

Desde FEVEGA también desmonta en gran medida las acusaciones que algunos sectores de la derecha y ultraderecha tachando al Gobierno de España de ser cómplice del régimen bolivariano, ya que estamos viendo como el propio Edmundo González buscó asilo aquí, en una democracia que, como defiende Pérez, “es potente después de salir de una dictadura hace años”.  

“Ningún partido en España avalaría actitudes como las de Maduro. ¿Por qué escogen España? Por muchos motivos. Uno es el idioma, que no es un impedimento. Otro son todos los lazos que nos unen. A mí en el colegio, de niño, me decían que España era la madre patria. Yo tengo arraigo con Galicia, pero los lazos que unen a Venezuela con España son históricos”, reflexiona Pérez.

En el contexto actual, mientras todos los datos indican que España, y Galicia en particular, está acogiendo a cada vez más emigrantes venezolanos, lo lógico es pensar que la colonia no dejará de crecer. “Si se mantiene la dictadura España puede recibir una oleada de más venezolanos”, pronostican desde FEVEGA, donde ya han registrado “un poco de saturación por el número de atenciones que están llegando últimamente desde las elecciones para acá, con muchas llamadas de Venezuela para que expliquemos un poquito cómo hacer para conseguir trabajo o alquileres”. Según los datos del INE, correspondientes a 2022, hay más de 14.000 venezolanos en Galicia, representando poco menos de un 7% del total de la comunidad venezolana en toda España.

“Hay mucha intención de venir a España y sobre todo a aquí, a Galicia”, dice Pérez, que no obstante también habla de las complicaciones existentes para salir de Venezuela, un país con “el país con el pasaporte más caro del mundo” pero sobre el que sus ciudadanos pueden pedir asilo humanitario.

UNA LLAMADA A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Al tratarse de una crisis que trasciende más allá de las fronteras de Galicia o de España, afectando a toda la Unión Europea, Pérez lanza un mensaje haciendo hincapié en que “todos los países se juegan mucho en este momento”. 

“Los venezolanos recordamos y con el tiempo agradeceremos a todos los partidos políticos y estados que nos apoyaron en un momento difícil. En una crisis tan fuerte como esta, con unas elecciones amañadas, todo el pueblo fue a votar y mayoritariamente votaron a Edmundo González. Votó por un cambio. Esa es la democracia. Todos los países deberían reconocer ese esfuerzo de que, ante una dictadura, la gente fue a votar. Deberían apoyar a los venezolanos y no dejarnos solos, apoyando esta transición”, invitó Pérez, llamando a los gobiernos a “no permitir que sigan dictaduras modernas, dictaduras de hambre, disfrazadas de demócratas” y que tomen ejemplo “todos los partidos políticos” de la postura adoptada por el PP, “al que tenemos que agradecer el apoyo al pueblo venezolano, que se va a olvidar de este apoyo”.