Manuel Cabezas presidió una empresa de Copasa, constructora beneficiada por su PXOM ilegal en Ourense
Consultadas por Galiciapress, fuentes oficiales de la constructora han declinado hacer declaraciones más allá de señalar que el negocio de la filial finalmente no fue adelante y está clausurado. Por su parte, Manuel Cabezas y el PP, a través de portavoces oficiales de la Deputación de Ourense, prefieren no hacer comentarios sobre este tema.
El candidato del PP para volver a ser alcalde de Ourense fue presidente de una filial de la mayor constructora de la ciudad, COPASA, durante seis años.
Siendo alcalde, Cabezas aprobó un plan de urbanismo que recalificó terrenos de esa constructora multiplicando su valor.
Ese Plan acabó tumbado por la Justicia. Entre otros defectos, las alturas de las Torres Copasa estaban amañadas en la versión expuesta al público. En realidad, se estaban aprobando más pisos de los que el Ayuntamiento decía.
Copasa es una de las constructoras con intereses en el PXOM de 2003 aprobado Manuel Cabezas era alcalde. Antes, la constructora había comprado dos terrenos a la orilla del Miño, cuya edificabilidad multiplicó posteriormente el Plan.
En concreto, antes de ese PXOM, las dos parcelas al lado del Ponte do Milenio sumaban una edificabilidad de unos 7.300 metros cuadrados, aproximadamente. La nueva ordenación le concedía una de unos 29.000 metros cuadrados. Es decir, el PXOM cuadriplicó, aproximadamente, el potencial para construir en esos terrenos y, por lo tanto, el valor de los terrenos de A Chavasqueira.
Tras aprobarse, COPASA dijo que levantaría dos torres de 16 y 19 pisos en la ribera. Sin embargo, las conocidas como Torres Copasa finalmente no se construyeron.
Entre otras razones, porque el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tumbó el PXOM en nada menos que ocho sentencias. Uno de los motivos de aquellas sentencias de anulación fue que el Plan expuesto al público no se correspondía con el real.
En varias parcelas, el Ayuntamiento de Ourense informó de una edificabilidad menor a la que realmente estaba tramitando. En los terrenos de las Torres Copasa, lo expuesto indicaba dos torres de 12 y 16 pisos, cuando lo que pretendía aprobar eran dos torres de 19 plantas.
“Lo que se aprobó inicialmente no fue sometido a información pública y este es un vicio que no se puede subsanar”, razonaron los jueces entonces, concluyendo que los defectos en la información pública eran de tal calado que en la práctica era como si no se hubiera realizado la exposición a la ciudadanía y, por lo tanto, el PXOM era nulo de pleno derecho.
El bufete Eugenio Moure, uno de los que participó en aquellos pleitos, recuerda que había "160 diferencias que escondían muchos supuestos 'pelotazos' urbanísticos".
La Asociación de Constructores, varias constructoras y el propio Ayuntamiento, con otros gobiernos, recurrieron las sentencias anulatorias hasta que el Supremo lo tumbó definitivamente en marzo de 2011. Pese a esta anulación, la Xunta -también gobernada por el PP- aprobó en 2011 una Ordenación Provisional que recalificaba de nuevo esos 29.000 metros cuadrados. Gracias a estas circunstancias, el PXOM estuvo vigente casi una década.
Durante ese tiempo, COPASA consiguió al menos una licencia de obra para una de las dos parcelas, la situada a la derecha del Miño, que tapó tras una malla. La constructora ya ha realizado los cimientos para la torre, que han degenerado en un lago artificial.
Aunque los terrenos de las torres fueron recalificados siendo alcalde Cabezas, el plan para construir las torres no fue retirado ni por los posteriores gobiernos socialista y del Bloque, ni por el popular de Jesús Vázquez ni por el actual de Democracia Ourensana. Uno de los motivos son las millonarias indemnizaciones que COPASA podría exigir y, probablemente, ganarle al Ayuntamiento en los juzgados.
Las torres COPASA fueron uno de los detonantes del primer divorcio entre el actual alcalde González Pérez Jácome (DO) y el PP. Durante las negociaciones entre DO y sus ex-socios para un nuevo PXOM los localistas cualificaron las torres de “atentado urbanístico, ya que destroza el bucólico skyline del Miño”. Jácome insistió que aprobaría un PXOM “libre de pelotazos”. Ayer mismo Jácome lo volvió intentar, pero nadie lo apoyó.
Fue tras romperse las negociaciones con el PP para el PXOM que los populares abandonaron por vez primera el gobierno local, aunque adujeron otros motivos. Fue tras la designación de Cabezas como nuevo líder del PP local este verano que el PP abandonó por segunda vez el gobierno de Jácome. DO tiene un pleito abierto para paralizar la torre que tiene licencia de obra.
¿Cuál es la relación de Manuel Cabezas con COPASA? Directamente ninguna, indirectamente, sí existe relación mercantil, como comprobó Galiciapress en el Registro Mercantil.
Los directivos de COPSA nombraron a Cabezas presidente de una de las empresas del grupo, Sociedad Anonima De Actividades Piscícolas y Acuicultura PYAC. Lo hicieron después de que el ex-alcalde abandonará la primera línea política, en 2009. Lo mantuvieron en la directiva seis años.
José Luis Suárez Gutiérrez, presidente de COPASA, fundó PYAC en 2007. Al poco, nombró administrador a un hombre de la casa, Rafael Arín Abad, que es director adjunto de la constructora. A Cabezas lo ficharon poco después en calidad de Presidente, Consejero y Consejero Delegado.
En la empresa piscícola, Cabezas se encargaba entre otras cosas de firmar las cuentas oficiales, como prueba la captura de las de 2011, que figura a continuación:
Pese a ser presidente y consejero delegado durante seis años, no hay constancia documental en el Registro Mercantil de que Cabezas poseyera jamás alguna acción de PYAC. Galiciapress preguntó a COPASA y a Cabezas si el político llegó a tener algún título, sin recibir respuesta.
¿Cobró Manuel Cabezas por su labor en PYAC? No hay ningún documento en el Registro Mercantil que lo demuestre. Galiciapress realizó esta pregunta tanto al político como a COPASA, sin recibir respuesta.
PYAC ya no existe. Empezó a morir en 2015, cuando COPASA sacó a Cabezas de todos los cargos. En sus últimas cuentas figuran como accionistas Legio Auriense, presidida por el también presidente de Copasa, y AGE Inverlas Uno, en la que él y su familia son directivos.
PYAC murió sin lograr su principal objetivo, construir plantas de acuicultura en zonas del dominio público, en concreto en Foz, Seiruga (Malpica) y Xandriña (Vimianzo). Su modelo de negocio dependía en gran medida de la voluntad política para otorgar concesiones en el dominio público costero por parte del Estado y de la Xunta, que inicialmente gobernaba el PP, el partido de Cabezas.
Los proyectos de plantas nacieron al calor de las millonarias promesas de subvenciones del Plan Galicia tras el Prestige. Fueron parte del Plan Galego de Acuicultura del último gobierno Fraga. El siguiente, el bipartito, anuló los proyectos para dos de las plantas. Entonces, la patronal del sector protestó alegando que PYAC iba invertir 100 millones, aunque su capital jamás pasó de 60.000.
Todas aquellas plantas de acuicultura quedaron en papel mojado con la llegada de la crisis financiera y del ladrillo. PYAC cerró definitivamente en 2017.
Cartel de obra en la actualidad en los terrenos recalificados a la derecha del Miño en el que se anuncia una torre de 115 viviendas gracias a una licencia de 2009.
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