El paripé venezolano

Carmen P. Flores

A primeras horas de la mañana del domingo saltaba la noticia de que el ganador de las elecciones venezolanas, Edmundo González, había pedido exiliarse en España. Su llegada se produjo a primeras horas de la tarde a bordo de un avión militar español que había ido a Caracas a buscarlo. Fue todo tan rápido que ha dejado sorprendido a más de uno, y a sus votantes un poco desconcertados por la decisión y sin conocer  lo que había sucedido.

La situación del ganador de las elecciones era ya insostenible en su país donde el autoproclamado vencedor, con las trampas de la que es un auténtico maestro, el dictador Nicolas Maduro, le estaba haciendo la vida imposible hasta tal punto que González Urrutia llevaba un mes en la embajada de los Países Bajos y días antes de su marcha se trasladó a la Embajada Española. 

Los votantes de González se habían atrevido a llevar a cabo varias manifestaciones masivas, algunas de las cuales  habían terminado con muertos, heridos y miles de detenidos por la intervención brutal de la policía. Una situación que había llevado a la UE a denunciar el fraude, así como EEUU, y países como Brasil, Argentina o Chile.

La vida del ganador de las elecciones corría peligro, por eso su decisión de salir de Venezuela, porque un mártir no puede seguir luchando por su país. Los exiliados, amigos y María Corina consideraban que su marcha era necesaria. Su salida no se hizo de la noche a la mañana, sino que llevó algunos días y la intervención de varios países fue necesaria.

La República Dominicana m el escenario elegido para terminar las negociaciones que se habían iniciado varios días antes. En ese encuentro, participaron Estados Unidos - ¿Antony Blinken?-, Venezuela, -¿Delcy Rodríguez. y una representación del gobierno de España,del que se desconoce el nombre, aunque todo apunta  - pese a no formar parte del gobierno- a Rodriguez Zapatero. Tras esa reunión, el dictador Maduro autorizó la salida de González.

El mismo día de la llegada a Madrid del ya exiliado vencedor de las elecciones, la vicepresidenta y mujer fuerte del gobierno bolivariano, Delcy Rodríguez, afirmaba en redes sociales que su gobierno mantuvo “amplias negociaciones con España”. Por contra  ,el ministro de exteriores, José Manuel Albares, rechazaba la existencia de negociaciones con contrapartidas y manifestaba que la petición y el traslado fue a petición propia de Edmundo González.

Ya se sabe que, en estos temas, en política, no se suele explicar las negociaciones como han ido y en muchas ocasiones se cuenta lo contrario de lo que en realidad ha sucedido. Choca, o no, la participación de Rodriguez Zapatero, quien por cierto ha estado muy calladito en todo este proceso de los resultados electorales manipulados por Nicolas Maduro. Es como si el tema no fuera con él, situación que le ha dejado retratado, claro que no puede ir en contra de quien le está pagando tan bien sus servicios. ¿Por que lo ha hecho Zapatero? En esta ocasión, no ha sido por dinero, sino por lavar su imagen y por salvarle la papeleta a Maduro, que se quita a un gran “estorbo” de encima con la marcha de González  De todas maneras, lo hecho por Zapatero, el Bambi transformado en buitre, no le va a servir para devolverle la credibilidad perdida.

Maduro, una vez más, se ha salido con la suya de sacar del país a los políticos que le molestan, algunos de los cuales  están en la cárcel, y otros fuera del país. En España se encuentra  exiliados  entre otros:Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, que tubo que salir del país; Leopoldo López también se exilió en España; Juan Guaidó vino a España, donde estuvo algunos años para finalmente marchar a Miami. Son los más conocidos, pero son muchos más, Además de los 9 millones de venezolanos que han tenido que abandonar el país buscando una vida mejor por la dictadura en la que viven.

Las negociaciones entre España y Venezuela han existido con la mediación y el visto bueno de EEUU. Que la “dulce” Delcy, la de las maletas en el aeropuerto de Barajas, es la que ha estado metida en el “ajo”, es cierto, y que Zapatero como asesor de Maduro también ha participado es algo que no pueden negar.  Que todo ha sido un paripé, es algo que a nadie se le escapa por muchas declaraciones que hagan para desmentirlo.

El problema vendrá ahora con Maria Corina, la próxima víctima por partida doble de Maduro y por supuesto la mayoría del pueblo venezolano que seguirá padeciendo una dictadura de la que creían que podrían salir.
 

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