#Claves de la semana

Menores no acompañados: nuevas leyes para una nueva vida

El reparto de menores no acompañados ha sido la muestra de que los centros de acogida en Canarias están más que saturados. La política de reparto de estos menores ha hecho saltar por los aires acuerdos políticos pero al mismo tiempo demuestra que la capacidad de acogida y de atención a estos menores necesita de más infraestructuras y recursos


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El reparto de menores no acompañados (MENAS) entre diferentes comunidades autónomas alivia muy ligeramente los ya saturados centros de acogida en Canarias. Y es que el acuerdo para repartir a casi 400 menores entre las CCAA apenas “libera” espacio en el archipiélago canario, donde se aglutinan casi 6.000 menores frente a unas infraestructuras preparadas para acoger a 2.000. Los expertos vaticinan que una oleada así puede repetirse en las costas andaluzas o en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y todo ello, aseguran desde UNICEF, sin las infraestructuras e inversiones necesarias tanto en material como personal. Por otra parte, las propias ONGs hablan de opacidad en cuanto al número de personas que se van a transferir, en el caso gallego es posible que sean 26 menores los acogidos. 


 

MEDIOS Y SATURACIÓN

Lara Contreras, directora de incidencias de UNICEF España señala a Galicia Press que el acuerdo de traslado para casi 400 menores no es, ni de lejos, suficiente para atender a estas personas jóvenes. “Actualmente hay 6.000 menores en Canarias donde solo existe capacidad para atender a 2.000” señala Lara Contreras. “Con las medidas actuales la respuesta es insuficiente, debería ser proporcional a la situación que se ha dado”.

 

En ese sentido, considera necesario el traslado de 2.700 menores no acompañados a la Península de la misma forma que se vuelve necesario “trasladar a los que vayan llegando para garantizar la mejor atención para estos niños y niñas”. 

 

 

 

 

 

Los cálculos apuntan a que existen unos 14.000 niños y niñas no acompañados que pueden ser integrados en España, un país con 48 millones de habitantes. “Se vuelve necesario el negociar criterios para aceptar a esos menores que son población con capacidades” apunta Contreras. Dicha negociación tendría que tener en cuenta quién y quién no tendría más capacidad para la acogida. 

 

La seguridad en los centros de acogida también es algo vital teniendo en cuenta que muchos de estos lugares están sobresaturados. “No vemos posible actos de hostilidad debido a la propia saturación. Sabemos que el gobierno de Canarias hace todo lo que puede y por eso pedimos garantizar recursos para estos lugares”.


 

CAMBIOS EN LA LEY DE INMIGRACIÓN

El acuerdo al que se llegó para el reparto de MENAs entre CCAA se hizo con la condición por parte del PP de que fuese “voluntario”. Quizá esta voluntariedad sea lo que, por ahora, haya impedido la entrada de más menores no acompañados para ser acogidos en la Península. Es más, ya hay voces que piden cambios en la política migratoria y de acogida para la distribución de estos niños y niñas en diferentes partes del territorio nacional. 

 

 

 


 

“Creemos que las medidas actuales son insuficientes, por eso hablamos de reforma en la ley de extranjería para convertir en obligatorio el aceptar el traslado de menores no acompañados” apunta Contreras. Y esto al mismo tiempo que el Estado debe ayudar a poner todos los medios materiales, económicos y humanos que permitan una atención digna a estas personas. La obligatoriedad también debiera extenderse a garantizar la habitabilidad de espacios y apoyo al personal según la representante de UNICEF.


 

Más allá de esto último, está también el garantizar que los menores no acompañados no se vean en situación de desamparo cuando llegan a territorio nacional y no son acogidos. “La mayoría han dejado atrás familias sin recursos, vienen de recorrer grandes distancias y quizá de soportar abusos, se suben a una patera y desembarcan en una playa y en un lugar totalmente desconocidos para ellos”.


 

 

 

Se considera necesaria una atención y seguimiento psicológico de estos menores para poder afrontar la situación. “Muchos cumplen los dieciocho años, dejan el centro y no tienen documentación, si garantizamos un seguimiento de estos niños estaríamos garantizando también oportunidades para ellos”. 

 

Por último, y para hacer frente en un primer momento a la llegada de menores en pateras a la costa de España, “estamos pidiendo al Gobierno una unidad multidisciplinar que se pueda trasladar como cualquier otra unidad de emergencias para atender a estos menores” desde el minuto uno.


 

Al momento de redactar este reportaje el número de menores que llegaría a Galicia estaría en unos 26. Sin embargo, desde UNICEF no aportan cifras debido a que “todo es muy difuso y las comunicaciones que tenemos son contradictorias”. Al final, menos de 400 menores llegarán a diferentes destinos dentro de la Península, todo tras un acuerdo político que al final ha hecho saltar por los aires varias coaliciones de PP y VOX en diferentes autonomías.

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