Ferrol se manifiesta contra la "invasión eólica" en Galicia

Este domingo, cientos de personas se han congregado en Ferrol para expresar su rechazo a la expansión de la energía eólica en Galicia, la cual, según denuncian, está causando la destrucción de ecosistemas marinos y terrestres. La protesta, convocada por Vento Mareiro, ha puesto de manifiesto la preocupación creciente por el impacto ambiental de estas instalaciones.

En un comunicado, Vento Mareiro ha enfatizado que Galicia produce más energía renovable de la que consume, argumentando que la construcción de nuevos polígonos industriales eólicos solo beneficia económicamente a las empresas, ya que la energía generada se vende fuera de la región. Han expresado su descontento ante la instalación de estos parques eólicos en zonas críticas como caladeros tradicionales de pesca, rutas migratorias de aves marinas y montes que son esenciales para los acuíferos.

La organización ha criticado la actitud de la Xunta de Galicia por no expandir la Rede Natura para proteger estos ecosistemas vitales. Además, han condenado el "apoyo" de las administraciones públicas, acusándolas de legislar en favor de los intereses de las empresas eólicas.

La manifestación también ha servido para denunciar lo que consideran una "campaña de acoso a la independencia" del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por parte de la patronal eólica, con el "apoyo cómplice" de ciertos sectores políticos, medios de comunicación y sindicatos. Esto surge después de que el TSXG paralizara varios proyectos eólicos.

Los manifestantes han exigido la "paralización inmediata" de los proyectos eólicos en curso y abogan por un modelo energético "transparente, justo y descentralizado, en manos públicas". Plantean un enfoque orientado a las necesidades locales, promoviendo comunidades energéticas y fomentando la reducción del consumo.

La movilización en Ferrol refleja un creciente descontento con las políticas energéticas actuales y un llamado a la acción para proteger los valiosos ecosistemas de Galicia frente a lo que consideran una explotación desmedida bajo la fachada de la sostenibilidad.