Vigilantes de Prosegur cumplen 15 días acampados ante la refinería de A Coruña entre presiones y silencio de Repsol

Ya van más de dos semanas de protesta ininterrumpida ante la refinería de A Coruña, un complejo petroquímico considerada "infraestructura crítica" que, sin embargo, no está debidamente vigilada. Y no por falta de empeño de los profesionales que prestan el servicio de seguridad en la instalación, que les sobra, sino por la falta de medios y de personal que dificulta una tarea de ese calibre. Por las exigencias de Repsol, que envía a los vigilantes también a Punta Langosteira cuando hay un barco que atender, el servicio se ve comprometido en más de una ocasión y asume una carga de trabajo muy por encima de lo que se refleja en sus salarios. Llevan meses con estas denuncias y, lamentablemente, la compañía energética sigue dando la callada por respuesta al personal.

ABUSOS Y PRESIONES

La plantilla, que en su día dio un voto de confianza y levantó las movilizaciones a fin de impulsar el diálogo entre Prosegur, Repsol y los sindicatos, ha dicho basta después de que la dirección de la refiniería tumbase el preacuerdo en el que se contemplaban una serie de mejoras para los vigilantes. Este desplante motivó el recrudecimiento de las protestas con una acampada indefinida que lleva ya medio mes a la intemperie ante el complejo. 

Desde la Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FSTP-USO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicatos que alientan las movilizaciones, vienen de presentar sendas denuncias por lo que consideran "incumplimientos laborales graves en materia de Prevención de Riesgos laborales". 

Así, detallan las "jornadas maratonianas sin los descansos legalmente establecidos" como algunas de las muchas infracciones que se han dado en la refiniería en un intento de la empresa por sofocar las protestas del personal de seguridad. En ese sentido, precisan que se está dando cobertura a servicios "con personal no formado para ello ni conocimiento de los planes de emergencia" entre "un sinfín de aberraciones laborales y conductas antisindicales más".

SIN NOTICIAS

Por ahora, ni Repsol ni Prosegur, a la que también achacan cierto pasotismo ante la situación crítica de los profesionales de la seguridad privada, han hecho movimiento alguno en pro de desbloquear el conflicto. "Solo se empieza a recrudecer el conflicto ante las presiones e incumplimientos de las dos firmas hacia los trabajadores, que han recibido respuesta sindical en forma de denuncias y les están plantando batalla a cara de perro", critican los sindicatos en su comunicado. 
 

"No hay marcha atrás en las reivindicaciones por la parte sindical y de aquí no nos vamos, se lo merecen desde hace años por el nivel de profesionalidad y exigencia que aportan en un servicio catalogado como infraestructura crítica. Estamos orgullosos del comportamiento y actitud general del grupo", enfatiza Iván Blanco, secretario de organización de la FTSP-USO, a la vez que pone en valor que "los ánimos de la plantilla están al 100% y se están haciendo las cosas muy bien, cargados de razones, serenidad y respeto". "Eso no se lo esperaban y se están poniendo muy nerviosos", apostilla.