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SOGAMA operará una nueva planta de residuos textiles capaz de tratar miles de toneladas por año
El presidente de Sogama, Javier Domínguez, presentó en el III Encuentro de Empresas Públicas de Gestión de Residuos de la Cornisa Cantábrica, celebrado en Bizkaia, el sistema de gestión de residuos de esta entidad pública, consolidado como un modelo integral y circular.
Domínguez destacó la capacidad de Sogama para adaptarse a las características geográficas y poblacionales de Galicia. La entidad cuenta con un complejo medioambiental en Cerceda (A Coruña), donde se gestionan residuos de más de 2,2 millones de habitantes. Desde este centro, los envases del contenedor amarillo son clasificados y enviados a recicladores, mientras que los residuos genéricos se procesan para recuperar materiales reciclables y convertir el resto en energía.
La logística de Sogama incluye 37 plantas de transferencia estratégicamente distribuidas en Galicia, utilizando preferentemente el ferrocarril como medio de transporte, una decisión clave para reducir la huella de carbono. Además, la fracción orgánica recogida de forma separada se procesa en cuatro plantas de biorresiduos, apoyadas por 11 instalaciones equipadas para manejar este tipo de material.
Entre los proyectos de innovación que lidera Sogama, Domínguez subrayó iniciativas como Gresint, que integra tecnologías inteligentes en la gestión de residuos; BFC Climatech, enfocado en el reciclaje textil; y Smmash, orientado a recuperar metales de las escorias.
De cara al futuro, Sogama presentó su plan estratégico 2025-2030, que girará en torno a dos pilares principales: la construcción de una planta de clasificación de residuos textiles con capacidad para tratar hasta 24.000 toneladas anuales, aunque inicialmente empezará con una capacidad de 3.000 toneladas por año.
Este proyecto, que requerirá una inversión de 14 millones de euros, busca aumentar la eficiencia y profesionalización de la entidad, manteniendo su liderazgo en gestión sostenible de residuos. La transformación digital de sus procesos industriales y administrativos es el otro eje de la estrategia de futuro de SOGAMA.
El encuentro en Bizkaia, organizado por la empresa pública Garbiker, también contó con representantes de Cogersa (Asturias), GHK (Euskadi), Mare (Cantabria) y GRHUSA (Huesca), que participaron como invitados. Durante el evento, se puso de manifiesto la relevancia de compartir experiencias entre territorios con retos similares en la gestión de residuos.
¿Para qué se pueden aprovechar los residuos téxtiles?
Los residuos textiles pueden ser aprovechados de diversas maneras para reducir su impacto ambiental y fomentar la economía circular. Estos desechos se utilizan en la producción de nuevos textiles mediante procesos de reciclaje mecánico o químico, donde las fibras se recuperan y se integran en la fabricación de hilos y tejidos. También pueden ser transformados en materiales aislantes, acolchados o rellenos para la industria automotriz y de construcción.
Además, algunos residuos textiles se emplean en la creación de productos artesanales, accesorios o ropa reciclada, promoviendo la moda sostenible. Incluso los textiles en mal estado pueden ser convertidos en combustible alternativo mediante procesos de valorización energética, disminuyendo la dependencia de recursos fósiles.
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