Stellantis, que acaba de aliarse en España con una marca de China, critica la guerra de aranceles
El máximo responsable de la dueña de la fábrica de Balaídos en Vigo insiste en que las marcas europeas se están jugando su supervivencia y estima que subir los impuestos a los chinos no es la solución. Hace unas semanas Stellatis firmaba un acuerdo con el fabricante de China Leap Motor para vender en España sus coches eléctricos.
El consejero delegado (CEO) de Stellantis, Carlos Tavares, ha lanzado una advertencia contra las autoridades europeas y estadounidenses por la imposición de aranceles al comercio de vehículos eléctricos en China calificándolos de "trampa" para el sector, y ha augurado una batalla "muy dura" con las marcas chinas.
El empresario europeo ha criticado que medidas comerciales punitivas como estas "no permitirán a los fabricantes de automóviles occidentales evitar la reestructuración para enfrentar el desafío de fabricantes chinos.
"No estamos hablando de un período darwiniano, estamos en él", ha comentado Tavares en un evento del sector organizado por 'Reuters', en el que ha añadido que la batalla con los rivales asiáticos "será muy dura".
En concreto, lo que ha dicho el responsable de Stellantis es que la imposición de aranceles provocará un incremento de las cifras de inflación en Europa y Estados Unidos, que podrían afectar a las ventas y la producción del sector automovilístico.
AUMENTAR LA PRESENCIA CHINA EN EUROPA
La ventaja competitiva en costes de las marcas chinas alcanza el 30%, según los cálculos que ha dado a conocer Stellantis, que ha añadido que las firmas procedentes del gigante asiático "van camino de hacerse con una cuota del 10% en el mercado europeo".
Los fabricantes de automóviles chinos van camino de vender 1,5 millones de vehículos en Europa. "Competir con China en ahorro de costes tendrá consecuencias sociales y eso es una realidad a la que los gobiernos europeos no se quieren enfrentar en estos momentos", ha criticado Tavares.
UN ENFRENTAMIENTO ARANCELARIO
Estos mensajes se reiteran apenas una semana después de que el Gobierno de Estados Unidos diera a conocer que iba a cuadriplicar los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos del 25% al 100%.
Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense, que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico.
Mientras tanto, la Comisión Europea dará a conocer la decisión inicial sobre la postura del Ejecutivo comunitario en cuanto a la importación de vehículos eléctricos chinos el próximo 5 de junio.
LAS CONSECUENCIAS DESDE CHINA
En respuesta, desde China se ha planteado este miércoles incrementar sus aranceles a los vehículos importados para contestar a las medidas de los países occidentales. De hecho, Pekín se estaría planteando elevar al 25% los aranceles a los vehículos importados de gran cilindrada.
En un comunicado publicado este miércoles, la Cámara de Comercio de China en la UE asegura "haber sido informada por personas conocedoras del sector" sobre esa posible alza de aranceles y habla de las "implicaciones" que esto tendría para los fabricantes europeos de automóviles.
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