Encierro en Navantia Ferrol muestra que las inversiones no mejoraron aún la vida de los obreros

Tras la concurrida manifestación del lunes por las calles de Ferrol el lunes con casi 2.000 manifestantes, hoy está previsto un encierro de 24 horas aprobado en la última asamblea general de trabajadores. Los proletarios planean la jornada como un foro de diálogo para diseñar la estrategia para nuevas movilizaciones.  Además, algunos sindicatos, como CGT, prevén reuniones en su locales para debatir la estrategia a adoptar. 

El cierre de 24 horas empieza  el mediodía de este miércoles y se prolongará toda la tarde y noche del miércoles al jueves, y enlazando con el acceso al centro productivo en esta segunda jornada.

Hace meses que los sindicatos están negociando con la dirección de la empresa estatal una mejora de sus condiciones. Se quejan de discriminación para la planta de Ferrol. Por ejemplo, aseguran que el Plan Estratégico está poniéndose en marcha en otros centros de Navantia del Sur de España sin nisiquiera negociarlo y que ese plan debería ser vital también para el futuro de la comarca de Ferrolterra. 

El Comité de Empresa de Navantia  acusa a los responsables políticos, por ejemplo al delegado del Gobierno en Galicia, de mirar otro lado cuando han pedido reuniones para desbloquear la presunta cerrazón negociadora de la empresa. Así las cosas, del encierre de hoy probablemente saldrán nuevas movilizaciones sindicales.

¿EL RENACER DE LOS ASTILLEROS MILITARES DE FERROL?

La tensión aumenta en un momento clave para la viabilidad del astillero público. Tras años de actividad reducida, en teoría los próximos años deberían ser de cierta bonanza, con proclamas de que la carga de trabajo en el astillero fenés de Navantia está garantizada hasta el año 2031 . En varias ocasiones el Gobierno ha garantizado la carga de trabajo máxima en Navantia para los próximos "diez años".
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Es más, el Gobienro estima que Navantia creará 1.500 empleos directos y 15.600 indirectos en los próximos años para garantizar la carga de trabajo en sus centros, incluyendo el de Ferrol. 

Gran parte de esta bonanza debería venir de la construcción de 5 nuevas fragatas F-110 para la Armada española, un proyecto que asegura carga de trabajo hasta el año 2032. Se estima que generará 1.800 empleos directos e indirectos en la comarca de Ferrol.la mayoría en la empresa pública.

Además, la Armada Española ya concretado la construcción de un nuevo de un buque de apoyo, con una inversión de 439 millones de euros.

A mayores, la diversificación de la actividad de Navantia ya hado réditos en sectores como la eólica marina. Gracias a su alianza con la asturiana Windar, los muelles gallegos trabajan en la elaboración de docenas de jackets para clientes como Iberdrola. 

El previsible boom de esta industria en los próximos años frente al a costa gallega debería, en teoría, disparar la facturación de esta línea de negocio. Por ahora, la fábrica de monopilotes de Navantia en Fene (Ferrol) tiene asegurada la carga de trabajo para los próximos dos años.

Así las cosas, dada la cantidad de proyectos en ciernes en las gradas y el dinero que entrará en los astilleros, es lógico que el cuadro de personal intente mejorar las condiciones de su convenio, que lleva paralizado años. Con todo, hay que tener en cuenta que no hay posturas unánimes entre los sindicatos sobre cómo abordar el proceso de aumento de la presión. 

"Toda esta situación pone de manifiesto la necesidad de levantar un nuevo movimiento sindical que deje atrás el modelo pactista de CCOO-UGT ", se queja por ejemplo CGT.

El presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, Carlos Díaz (MAS), ha afirmado este martes que los trabajadores están "hartos" de la "situación de inactividad".  Díaz ha detallado que "si bien es cierto que parecía que la semana anterior hubo cierta intención por parte de la dirección de avanzar en la negociación, de momento para los trabajadores son totalmente insuficientes", y ha avanzado que este jueves está prevista una nueva reunión, en la que esperan "avances", por lo menos "en el talante negociador".

Las principales reivindicaciones de los proletarios tienen que ver con las categorías laborales vigentes, con la situación de 400 compañeros que siguen en período de formación 4 años después de su entrada y de las condiciones de prejubilación para aquellos que tengan más de 40 años cotizados.