Naturgy augura que el precio de la energía seguirá volátil aunque es menos caro que en 2022

España es uno de los países europeos que más depende del gas natural para cubrir su demanda energética. Eso se explica por una combinación de factores estructurales, como la escasez de recursos energéticos propios, y factores coyunturales, como el aumento de la demanda y la transición energética hacia fuentes de energía más limpias.

La decidida apuesta pública por eficiencia energética y las energías renovables son clave para reducir esta dependencia del gas natural pero mientras tanto este producto sigue siendo clave para garantizar un suministro energético seguro y sostenible a largo plazo.

Los precios del gas natural, una de las principales fuentes de energía en Galicia y España, van seguir siendo muy volátiles aunque, por ahora, está más barato que en 2022, donde batió todos los records al hilo de la invasión de Rusia a Ucrania. Este el pronóstico lanzado hoy por el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, El directivo estima que "no parece que la incertidumbre" en los mercados se vaya disipar pronto.

En un desayuno informativo organizado por la Cámara de Madrid, Reynés consideró que 2023 va a estar afectado negativamente a nivel de precios del gas por la mayor necesidad de reponer los inventarios, con un objetivo del 90% para este próximo invierno, diez puntos por encima del pasado, así como por un posible cierto "componente especulativo" con el suministro de GNL de Rusia, mientras que en el lado positivo de la balanza situó el menor consumo en este pasado invierno por unas temperaturas más benignas.

Además, el directivo advirtió del peso que puede tener en esta balanza en el lado de un encarecimiento del precio la reactivación económica de China, el mayor consumidor de gas natural del mundo. Reynés advierte que si el gigante asiático empieza a subir en sus demandas de energía tenderá a encarecer el gas.

Reynés defendió el rol del gas natural para garantizar para garantizar la seguridad de suministro energético y subrayó que, a día de hoy, es una energía que España "necesita para que las empresas no tengan que parar ni las familias se vean obligadas a decidir entre encender el televisor o poner la lavadora".

Asimismo, el dirigente de Naturgy puso sobre la mesa el papel "necesario" de los ciclos combinados para dar estabilidad al sistema eléctrico, cuando las renovables no son suficientes para cubrir toda la demanda.  Así ocurrió en el 2022, cuando el Estado mandó reactivar centrales como la térmica de As Pontes.

En opinión del empresario, España debe dar la misma importancia a la sostenibilidad medioambiental, la seguridad de suministro y los precios asequibles.

DIFERENTES MODELOS

Por otra parte, Reynés destacó la diferente manera de abordar el problema de la crisis energética de Europa y Estados Unidos, donde se ha apostado por una Ley de Reducción de la Inflación (IRA) basada en incentivar la inversión, mientras que en el Viejo Continente se ha ido por la sobrerregulación, "con más de 20 regulaciones" en el pasado año, y "mayores impuestos".

"Unos incentivan y otros cargan con más impuestos, son dos formas distintas de aproximarse al mismo problema", añadió, considerando que Europa parece que se ha dado cuenta de lo que "significa una aproximación diferente como la americana, más pragmática, y ya ha anunciado que va a moverse en medidas para incentivar la inversión".

A este respecto, dijo que 2022 resultó el año en el que en un periodo de tiempo más corto ha habido más regulaciones para el sector eléctrico, "con más de 20 normativas europeas y nacionales, lo que ha llevado a que nuestros departamentos de regulación, jurídico y financiero tengan que analizar condiciones diferentes cada 15-20 días". "No se ha visto nunca", añadió.