Eduardo Abad (UPTA - Agtamar): "El conflicto por la mejilla es un nuevo Prestige"

El presidente de la Asociación Gallega de Trabajadores Autónomos y del Mar y de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, el arousano Eduardo Abad, explica para Galiciapress sus sensaciones ante un conflicto que es más que una guerra entre bateeiros y percebeiros, sino que es un problema "que arrastra a toda la economía gallega".

Abad muestra el compromiso de las organizaciones que preside con el sector, anuncia que "no les temblará el pulso" a la hora de tomar decisiones y pide a la Xunta celeridad en las negociaciones y que no subestime a los bateeiros. 

Esta Semana Santa muchas personas se acercan a Galicia a disfrutar de nuestro clima y probar nuestra gastronomía. Es posible que uno de los platos estrella en muchas cartas sean los mejillones de la ría, con tantas preparaciones como se le ocurra a nuestra imaginación. Que aprovechen ahora, porque en 2024 tal vez no haya para todos ni para todos los bolsillos. El conflicto abierto entre los bateeiros y la Xunta promete tener unas consecuencias que pueden ser realmente devastadoras no solo para el sector de los mejilloneros, sino también para toda la industria del mar y, por consiguiente, toda la economía gallega. 
 

En este escenario, las estimaciones de la UPTA rondan los 70 millones de pérdidas y los 5.000 empleos afectados si no se soluciona este conflicto. Por lo visto hasta ahora, Eduardo Abad, ´´, no es especialmente optimista, ya que los pasos dados hasta ahora para mejorar el panorama son insuficientes.

“Serán suficientes siempre que el sector disponga de la mejilla suficiente para llenar sus bateas. La administración tiene que ser práctica y pragmática y abrir tantas zonas como sean necesarias”, considera Abad ante las restricciones existentes en zonas que están “sobradamente llenas de mejilla” y prohibidas para los recolectores, en un momento en el que vuelven a subir el tono algunos colectivos que se preguntan si no habrá tal vez demasiadas bateas en nuestras rías, con los efectos que ello supone para el medioambiente y los ecosistemas. 
 

“A los mejilloneros solo les importa extraer mejilla, nada más que mejilla”, insiste. “¿Cuántos fueron denunciados y sancionados? Entre cientos siempre puede haber una manzana podrida, pero no estropea la cesta”, razona, al igual que considera ridículas las voces que señalan que son los percebeiros los interesados en hacer negocio con la mejilla cuando su producto genera altísimos beneficios por sí solo. 

¿UN NUEVO PRESTIGE ECONÓMICO?

En cualquier caso, la mirada de Abad va mucho más allá de este 2023, cuya suerte, en cierto modo, ya está echada. “El problema de falta de mejillón no es para ahora, sino que es un problema de futuro. Hay que resolverlo para que no haya desabastecimiento en 2024 y la pervivencia del sector del mejillón y del percebe”.

En esta línea, el presidente de los autónomos del mar pide a la Xunta que “adopte una decisión que sea satisfactoria para ambas partes” porque las consecuencias económicas son de “magnitudes extraordinarias”. Se puede ver ya hoy en la industria conservera, que en estos primeros cuatro meses de 2023 ha experimentado un bajón de su actividad considerable. Si el conflicto de la mejilla sigue su escalada, toda la economía gallega puede verse arrastrada.

“Hablamos de que nos enfrentamos a una bajada de la facturación de 70 millones de euros. Sacarle a una industria tan grande este dinero es un 50% del recorte. Influye a bateeiros, mecánicos, astilleros, etc., pero también al comercio local, la hostelería, el sector del automóvil, transportistas…todos están relacionados con el mar, son cientos de miles de autónomos afectados. Es la principal industria del minifundio, la tercera que más factura en Galicia, con muchas pequeñas actividades que hacen una grandísima actividad económica”, explica Abad.
 

La cadena entonces es inmensa y solo comparable a lo ocurrido con el Prestige, cuando la actividad del mar se vio paralizada por esta catástrofe medioambiental. “Nos encontramos en un momento muy parecido”, agregan desde UPTA. 
 

“SUBESTIMAN AL SECTOR”

No obstante, la Xunta todavía no ha puesto todos los medios a su disposición para resolver un conflicto sobre el que ha delegado el peso de las negociaciones en Antonio Basanta, director xeral de Pesca, y no en la conselleira de Mar, Rosa Quintana, ni en el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como reclaman algunas voces. 

“No pueden ver esto como un tema menor. Se trata de un tema mayor y están subestimando el potencial y lo que significa este colectivo. Se equivocan si no son capaces de dar un paso adelante y corregir con negociaciones serias que acaben de una vez con esta situación, que nos afecta a todos”, reprocha
 

No obstante, sí cree que el sector está bien representado en las negociaciones, que encabezan desde Opmega, Amegrove y Socomgal. “Se trata de una representación colectiva a prácticamente todos los bateeiros”, esgrime, aunque no le convence el hecho de que haya alcaldes del Partido Popular que dicen “estar de parte del colectivo”, en referencia a las manifestaciones del PP arousano. Si así es, reclaman Abad, “deben ir encabezando las pancartas, que es donde se ve quién está de cada lado, porque aquí hay que ir con la boca grande”. 

MUCHO MÁS QUE UNA GUERRA “INTERESADA” ENTRE BATEEIROS Y PERCEBEIROS

Arousano -“muy arousano”, como se define-, Abad cuenta también con las impresiones que recibe de los vecinos de la zona, que están “muy preocupados, pero con cierta lejanía”. “Esto es hoy, pero el problema es si no hacemos la reflexión de lo mucho que está en juego. La tienda de bicicletas no venderá lo mismo si al bateeiro o al transportista que quiere comprar una bici para su hijo le va mal”, argumenta. 

El presidente insiste en no reducir el problema a una guerra entre mejilloneros y percebeiros, dos grupos enfrentados, a su juicio, “de una forma interesada” y que “intencionadamente viven su peor momento en cuanto a coexistencia”. “El que quiso confrontarlos está claro quién fue, y es una absoluta irresponsabilidad y todo un divide y vencerás”, reprende. 
 

“No es una pelea entre dos sectores, porque están condenados a llevarse bien desde siempre y a producir riqueza económica en distintos ámbitos”, considera Abad, que hace hincapié en “la dureza” del trabajo de los percebeiros y “el respeto” que merecen por su labor un gremio “por el que también se peleó para que gozase de los coeficientes reductores del 0,10 al 0,15”. 
 

Con movilizaciones convocadas para los próximos días, ni desde Agtamar ni desde UPTA dicen alentar las protestas ni mucho menos la violencia. “No somos un colectivo que busque el disenso. El sector es el que tiene que negociar con la Xunta. Ahora bien: nos comprometimos públicamente y tomaremos todas las medidas necesarias que el sector acorde para hacer fuerza y hacer cambiar a la Consellería con este decreto irracional”. 
 

“Cuando digo que vamos a estar del lado de los bateeiros es que vamos a estar con ellos con todas las consecuencias. No nos va a temblar la mano en ningún momento. Estamos defendiendo algo que es lógico y normal: la supervivencia de este colectivo”, zanja Abad, que espera que se puedan alcanzar acuerdos antes de tener que llegar a convocar una huelga, una posibilidad no tan lejana en estas circunstancias.